A medida que la tecnología ha ido avanzando, los profesores han tenido que implementar nuevas vías de seguridad en su día a día para protegerse del interés de sus alumnos por conseguir los exámenes antes de la fecha de celebración del mismo. Una situación que siempre se ha producido en los entornos académicos, pero nunca con tantas vías de acceso como permite el canal online.

Este fue el caso que ocurrió en la localidad sevillana de Ginés en el año 2022, cuando una profesora detectó, por medio de una notificación en su teléfono móvil, que alguien había accedido a su cuenta de correo electrónico sin su consentimiento.

Tras analizar la situación en profundidad, terminó dándose cuenta que se trataba de un alumno cuyo objetivo era robar un examen antes de la fecha del mismo para poder tener las preguntas antes de tiempo. Ahora, la Justicia le ha sancionado con 1.000 euros y 55 horas de trabajos para la comunidad.

Acceder a Google Drive tiene un precio

Ha sido el titular del Juzgado de Menores de Sevilla Nº1, Alejandro Vian Ibáñez, el encargado de tomar la decisión tras analizar el caso. Como resultado, se ha procedido a dictaminar una sanción de 1000 euros en concepto de daño moral a su profesora. El sancionado encontró la forma de poder acceder a su cuenta de Google Drive sin el consentimiento de la docente para buscar un examen y, así, poder conocer las preguntas antes de tiempo. Traduciéndose en un delito contra la intimidad.

A la sanción económica mencionada anteriormente, que tendrá que pagar de forma conjunta con sus padres, tal y como informa el medio especializado Confilegal, también se le suman las 55 horas que tendrá que llevar a cabo de trabajos en beneficio a la comunidad.

Delatado por una notificación

El robo de exámenes no es una novedad en el entorno educativo. La novedad es que, ahora, a consecuencia del desarrollo tecnológico, también se puede hacer de manera online. Por lo que los profesores tienen que activar capas extra de seguridad que impidan que los alumnos puedan llevar a cabo este tipo de acciones. O, como hizo esta profesora, habilitar notificaciones para que, en el caso de que alguien acceda a nuestra cuenta, puedan alternarnos antes cualquier situación similar.

En este caso, la denunciante se dio cuenta precisamente por tener este tipo de notificaciones activadas. En el mismo momento en el que se dio cuenta, alertó a la Guardia Civil de lo ocurrido. Y, como expone el medio citado previamente, todo el proceso de investigación se centró en un alumno en particular, cuyo modelo de smartphone encajaba con los datos que arrojaba la notificación, como finalmente ha terminado ocurriendo.

Parece, además, que no era la primera vez que dicho alumno optaba por estrategias similares. Anteriormente, la misma profesora le había pillado copiando en otros exámenes utilizando su móvil para tratar de responder a las preguntas del cuestionario.

 

Fuente: adslzone