Por el momento hay muchas cosas que no se han hecho públicas, como el tipo de malware, si se trata de Stuxnet o de una variación. La empresa responsable de la planta nuclear, RWE, asegura que no es nada serio, que el cierre ha sido por precaución y que no hay riesgo ni para los trabajadores ni para la población de Gundremmingen. El sistema afectado formaba parte de la cadena de carga del Bloque B, encargada de llevar el combustible usado desde el núcleo del reactor hasta la piscina de almacenamiento. Sin embargo, el ordenador infectado no controlaba directamente el sistema de carga, sino que formaba parte de los sistemas usados por los empleados.

Hasta ahora ningún empleado había notado nada raro en el sistema, lo que indica que el malware estaba “dormido”, esperando la ocasión para activarse. También es posible que nunca se hubiese activado. El ordenador no estaba conectado a Internet, así que se sospecha que el malware entró en el sistema usando la memoria USB de algún empleado, que hubiese sido infectado en su ordenador de casa o en uno de los ordenadores conectados a Internet de la central.

Este problema llega en un mal momento para la planta de Gundremmingen, una de las más antiguas del país y cuyo cierre se planea para el 2021. El fin de semana pasado más de 700 personas protestaron en el lugar reclamando el cierre anticipado.

 

Fuente: muyseguridad