Sin embargo, a pesar del uso intensivo de este tipo de aplicaciones, en el fondo los usuarios no lo tienen tan claro. Una encuesta realizada por Blancco Technology Group así lo indica. De hecho, hasta un 28% de los consumidores se sienten totalmente inseguros a la hora de comprar desde un dispositivo móvil. Incluso dos de cada diez no quieren vincular sus tarjetas de crédito a las aplicaciones móviles.

La información financiera es para la gran mayoría, un 52%,  lo que más quieren proteger. En este sentido, parece ser que las contraseñas y los datos personales importan menos. Únicamente el 11% temen que las fotos y vídeos caigan en manos peligrosas.

Conductas de riesgo

De todas formas, aunque sí se tiene conciencia del peligro muchos no hacen absolutamente nada por evitarlo. El 29 por ciento admite que no sabe cuándo fue la última vez que se accedió a sus datos personales sin su consentimiento, e incluso el 18% utiliza redes WiFi públicas para actividades relacionadas con el trabajo. Asimismo, el 25 por ciento cree que simplemente con borrar archivos o carpetas e impidiendo el acceso a su dispositivos mediante una clave de acceso están mucho más seguros.

De todas formas, como se puede comprobar en encuestas como esta, lo más peligroso siempre es el uso descuidado de los usuarios a la hora de entrar en internet. Por ejemplo, es bastante sensible y peligroso acceder a aplicaciones importantes, como por ejemplo, la del banco, a través de redes WiFi públicas. Mucho más que comprar por internet en webs que sepamos que son realmente seguras. Normalmente, las grandes tiendas tienen sistemas de control fiables para evitar robos de datos bancarios.

Por tanto, quizá la respuesta a la pregunta sea que la seguridad no tiene que ver con las apps móviles, sino con el uso que hacemos de nuestros datos personales durante todo el día. Las aplicaciones en sí, suelen ser bastante seguras, al menos las más importantes.

Fuente: softzone

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