Un “kill switch’ o apagado de emergencia que irá más allá de las funciones actuales antirrobo que ofrecen las plataformas móviles y permitirá el borrado de datos remoto,  la inutilización del terminal y su recuperación posterior (del funcionamiento del smartphones o de sus datos) por la persona autorizada.

Un paso obligado por la epidemia de robos que sufre el sector y que se ha convertido en una de las principales causas delictivas en grandes ciudades. Sólo en Estados Unidos son robados 1,6 millones de smartphones anuales y en ciudades como San Francisco, el 50 por ciento de los hurtos o delitos por robos tiene al móvil inteligente como protagonista.

La efectividad de estos sistemas queda demostrado en la notable caída en el número de robos de dispositivos Apple desde que la compañía de Cupertino implementara este sistema en iOS7, frente a otros terminales cuyos robos han seguido en ascenso.

El acuerdo entre  CTIA, las grandes tecnológicas y operadoras no contempla una solución tecnológica antirrobo universal pero al menos sí un compromiso de implementación en un tiempo determinado de soluciones propias que deben mejorar la auténtica epidemia de robo de smartphones.

 

Fuente: muyseguridad