Pero, los planes de la NSA fueron más allá. La agencia se aseguró de intervenir algunos dispositivos de la compañía para que cuando vendiera equipos a otros países, la agencia pudiera acceder a sus redes informáticas y telefónicas para llevar a cabo acciones de vigilancia y ciberoperaciones ofensivas, en el caso de que así lo ordenara el presidente.

Pero lo realmente grave del asunto, es que el Gobierno de los Estados Unidos realizó una campaña difamatoria contra proveedores chinos para intentar prohibir la venta de productos tecnológicos de origen chino de firmas como Huawei y ZTE, pidiendo, incluso, a otras empresas que cesaran sus contratos con ellas, señalando que servían para el espionaje. El objetivo del Gobierno con esta operación era ocultar que durante años habían utilizado los equipos de la empresa asiática para intervenir las comunicaciones en otros países.

El pasado mes de diciembre, el diario alemán Der Spiegel publicaba que la NSA había colaborado con la CIA y el FBI para incluir software espía en algunos productos de informática y electrónica que los consumidores adquirían online. Esto lo realizaba directamente la unidad especial de hacking TAO de la agencia, usando “talleres secretos” y atañía a productos de software y hardware de fabricantes como Cisco, Juniper, Dell, Seagate, WD, Maxtor, Samsung o la propia Huawei.

 

Fuente: muyseguridad