Android sigue sufriendo las consecuencias de arrasar en el mercado de la movilidad con efectos indeseables como la gran cantidad de desarrollos maliciosos que los ciberdelincuentes crean para la plataforma móvil de Google y que según los datos de G Data, se presentan cada 22 segundos.

El agujero de seguridad descubierto por BlueBox Security fue comunicado a Google en febrero de 2013 y afecta a cualquier dispositivo Android de los últimos años, desde la versión 1.6 del sistema.

La vulnerabilidad descubierta, permitiría en teoría convertir cualquier aplicación instalada de forma legítima en un smartphone Android, en un troyano, al permitir modificar el código del APK sin romper la firma criptográfica.

Ello implica que esta vulnerabilidad podría ser explotada por un pirata informático, cambiando el código de la misma sin que el sistema o usuario descubriera la modificación y a partir de ahí controlar el terminal para robar sus datos, incluirlo en una red de bots o usar tarificaciones especiales.

 

Fuente: muyseguridad