Mobily, operadora árabe con 4,8 millones de clientes y 5.000 millones de dólares en ingresos, citó el interés de un ‘regulador’ (que no es otro que el gobierno saudí) para interceptar las comunicaciones en redes sociales como Twitter y en aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp.

A la operadora le interesaba encontrar el modo de salvar los protocolos de seguridad SSL y TLS para detectar los “mensajes de terroristas”, asegura Marlinspike, un experto en la materia que ha identificado varios problemas de seguridad en el protocolo secure sockets layer utilizado en transacciones web.

“Lo más lamentable es que podría haberles ayudado a interceptar casi todo el tráfico que les interesaba. Después me dijeron que ya tenían en funcionamiento un prototipo para interceptar WhatsApp y les sorprendía lo fácil que habría sido, ha explicado el hacker y ciberactivista muy comprometido con aspectos de privacidad y de ahí su rechazo al espionaje de Mobily.

De todas formas, “la operadora no tardará en lograr su objetivo porque el nivel de seguridad de la mayoría de estas aplicaciones es muy bajo, dice Marlinspike.

 

Fuente: muyseguridad