El principal argumento de los operadores para oponerse a la imposición de la tasa es que a diferencia que el resto de televisiones comerciales que también la pagarán, ellos no se ven beneficiados por la ausencia de publicidad en TVE. El gobierno hizo oídos sordos y aprobó el proyecto de ley, que fue enviado para su dictamen a la CMT.

Según Expansión, el regulador da un revés al Gobierno al oponerse al modelo de financiación propuesto, dando a entender que la elección del sector de telecomunicaciones es arbitraria y que la supresión de publicidad no lo afectará positivamente, como da a entender el Gobierno.

La banda de frecuencias utilizada actualmente en la televisión analógica presenta unas condiciones óptimas de propagación que mejorarían el servicio de las redes móviles, utilizando menos estaciones base para cubrir una misma área y mejorando la recepción en el interior de los edificios. Los operadores ya han reclamado al gobierno en varias ocasiones que se reserven frecuencias del llamado dividendo digital, por lo que la propuesta de la CMT con toda seguridad sería muy bien acogida. Esta parece una forma mucho más lógica de financiar el ente público, ya que los operadores de telecomunicaciones si se verían directamente beneficiados.

 

Fuente desde: bandaancha