La fuente que ha informado sobre la filtración, The Register, asegura que los datos filtrados son builds secretas de Windows 10 y Windows Server 2016. Un portavoz de Microsoft ha explicado a The Verge, sin embargo, que esta información ya se había compartido con socios y fabricantes de hardware. Además de esto, aseguran también, desde Microsoft, que no fueron 32 TB información sino únicamente 1,2 GB.

Microsoft asegura que no fueron 32 TB sino sólo 1,2 GB los que se filtraron. Y explican también que no hay riesgo de ningún tipo para los usuarios de ambos sistemas operativos: Windows 10 y Windows Server 2016.

No fueron 32 TB y no existe ningún riesgo, según un portavoz de Microsoft

Desde la compañía de Redmond aseguran que no hay riesgo alguno para los usuarios con esta filtración de información sobre su sistema operativo. Y han insistido especialmente en que la filtración no es tan grande como aseguraba inicialmente la fuente de información. Por el momento, la información oficial por parte de Microsoft apunta a que sí, existió filtración de información en torno a Windows 10 y Windows Server 2016, pero no se trata de 32 TB de información sino tan solo de 1,2 GB. Evidentemente, las cosas cambian si realmente ocurrió como señala Microsoft.

Nuevamente Microsoft ha salido rápido a defenderse porque, además de este contratiempo, recientemente también tuvieron problemas con el ransomware WannaCry. Con el ransomware, desde Microsoft aseguraron que el problema no había sido suyo porque lanzaron el parche de seguridad con antelación. Y efectivamente, en aquella ocasión a ‘culpa’ fue de los afectados que no actualizaron los ordenadores que, aprovechando una vulnerabilidad de la NSA, fueron infectados por el ransomware masivo.

 

Fuente: BI | adslzone