Hace dos años Apple presentó la tecnología que permitía realizar actualizaciones de forma automática sin preguntar a los usuarios, pero nunca lo había puesto en práctica hasta ayer. Y es que, después de que el Gobierno de los Estados Unidos avisara de un fallo en el sistema que podría afectar a los usuarios de Apple, aunque también a otros sistemas operativos, rápidamente se pusieron manos a la obra para estrenar el nuevo sistema de actualización.
El problema detectado afectaba al protocolo de tiempo de red, o NTP, que según el portavoz de Apple Bill Evans se utiliza para la sincronización de relojes en los sistemas informáticos. Esta era una vulnerabilidad crítica que había que arreglar rápidamente.
Actualización perfecta
Normalmente, cuando Apple lanza un parche de seguridad, su instalación requiere la intervención del usuario, pero esta vez no ha hecho falta. El propio portavoz de Apple indicó que no se hubiera actuado de esta manera si la amenaza no hubiera sido tan grave. De todas formas, afirmó que la actualización es perfecta y transparente y que, además, no requiere reinicio.
La actualización fue lanzada para los sistemas operativos Yosemite, Mountain Lion y Mavericks. Asimismo desde Apple afirman que no se ha reportado ningún error en la actualización ni tampoco que se haya utilizado la vulnerabilidad reparada. Se supone que dependiendo de la gravedad de futuros ‘bugs’ se seguirá utilizando esta forma de lanzar parches de seguridad.
