Desde tiempo atrás tenemos constancia de que la compañía de Redmond, Microsoft, tiene la intención de dar un paso adelante con sus nuevos sistemas operativos para dispositivos móviles y sistemas de escritorio. Hace ya dos meses, la compañía al cargo de la serie Lumia de teléfonos inteligentes confirmaba que sólo habrá una versión de su próximo sistema operativo, lo cual quiere decir que no habrá ya diferenciación entre el sistema operativo para ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes, sino que serán la misma.

Evidentemente, no se puede considerar que “serán la misma versión” en el sentido menos amplio, sino que se trata de tres versiones que compartirán el mismo kernel y, por lo tanto, darán puerta abierta a los desarrolladores para crear todo tipo de software multiplataforma. De este modo, los desarrolladores sólo trabajarán para una única plataforma y, por su parte, los usuarios se beneficiarán de una mejor disponibilidad de las aplicaciones en las tres plataformas: ordenador, tableta y teléfono inteligente.

A finales de este mes se espera que Microsoft lance una versión de prueba de su nuevo Windows 9 para ordenadores. No obstante, y aunque hemos venido tratando este software próximo como Windows 9, lo más probable es que la compañía opte por “Windows” como nombre para todas las plataformas. De esta forma harían referencia a los orígenes de Microsoft en el campo de los sistemas operativos y, evidentemente, sería una “vuelta a empezar” unificando todo su software, lo que finalmente podría suponer el despegue en ventas para unos equipos Windows Phone que se mantienen a la sombra de la competencia: Android y iOS. Como daño “colateral” de este movimiento, como cabía esperar, los teléfonos inteligentes Nokia dejarán de existir, puesto que dejará de ser realidad la presencia de esta marca en el cuerpo de nuevos terminales.

 

Fuente: Geek On Gadgets | adslzone