La Comisión Europea ha multado a Google este viernes con 2.950 millones de euros. Bruselas considera que el gigante tecnológico ha abusado de su posición dominante en la publicidad online, favoreciendo sus propios servicios por encima de los de sus competidores.
El Ejecutivo comunitario exige a Google que cese de inmediato estas prácticas contra la competencia y que, además, se implementen todas las medidas que sean necesarias para evitar posibles conflictos de intereses en el futuro.
La decisión se esperaba desde hacía algunos días, sin embargo, se había decidido aplazar por las tensiones comerciales que existían desde la Unión Europea con la Administración Trump. Finalmente, ha salido a la luz una vez Bruselas y Washington han llegado a un acuerdo en su política arancelaria.
Google tiene 60 días para presentar un plan de acción
Google tiene ahora 60 días por delante en los que deberá informar a la Comisión sobre la batería de medidas que va a tomar para cumplir con la normativa dictada desde Bruselas. Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de la cartera de Competencia, ha afirmado hoy que «La decisión de hoy demuestra que Google abusó de su posición dominante en tecnología publicitaria, perjudicando a editores, anunciantes y consumidores«. Además, ha añadido que en el caso de que Google no cumpla con lo dictado por la Comisión Europea, Bruselas no dudará «en imponer medidas contundentes«.
Esta sanción se suma a un historial de acciones regulatorias de la UE contra Google. La más cuantiosa hasta la fecha fue la de 4.340 millones de euros en 2018, actualmente en apelación. Otras multas relevantes incluyen 2.420 millones en 2017 por favorecer su servicio de comparación de compras y 1.490 millones en 2019 por prácticas restrictivas en AdSense.
Una investigación mejorar la competitividad del mercado
La Comisión Europea puso en marcha esta investigación tras considerar que había indicios suficientes para considerar que Google estaba abusando de su posición de poder en el mercado de la publicidad digital (Google AdTech) desde el año 2014.
El Ejecutivo comunitario ha considerado que la firma tecnológica viola la normativa europea y favorece a su propia plataforma publicitaria frente a cualquier otra opción que existe en el mercado.
Desde Bruselas se ha sugerido a Google en el pasado que la desinversión en sus propios servicios podría evitar los problemas de conflicto de interés a los que se encuentra expuesta actualmente. No obstante, espera a conocer los planes de Google para cumplir con lo exigido por el Ejecutivo.
La sanción que se ha impuesto finalmente responde a tres factores: la duración de la infracción, la gravedad de la misma y la facturación que ha obtenido durante todo el periodo en el que se ha llevado a cabo la investigación.