Hoy en día nuestros dispositivos móviles reciben notificaciones constantemente y eso se traduce en vibraciones que en muchas ocasiones son inoportunas y continuos encendidos de la pantalla que no hacen otra cosa más que llamar nuestra atención.
Cierto es que muchas veces esas notificaciones son cosas urgentes, sí, pero muchas otras no son más que distracciones irrelevantes como un mensaje de una aplicación que no usas o de una red social a la que llevas sin entrar varias semanas y, que en ese momento, ocupa el último lugar de tu pensamiento. Lo más importante es que todo esto, aunque no lo pensemos, gasta batería y, en situaciones en las que estás con gente, resulta hasta feo prestar atención a esas alertas. Es por eso que siempre desconecto colocando el móvil boca abajo cuando estoy con gente.
Beneficios de poner el móvil boca abajo
Lo primero que gano es privacidad. Al dejar el móvil con la pantalla hacia abajo, evito que cualquier persona que esté cerca pueda leer de reojo lo que aparece. Aunque no tenga nada que ocultar, tampoco me gusta que alguien vea el nombre de quien me escribe, un mensaje de mi banco o un asunto del trabajo que no viene al caso compartir.
Además, dejar el móvil boca abajo me ayuda a centrarme, porque no veo cómo se ilumina la pantalla cada vez que recibo algo, y ni siquiera me entero de que lo recibo. Esto es importante cuando estoy tomando algo en la mesa de un bar, viendo un partido de fútbol o hablando con mis amigos en un parque. La pantalla iluminándose cada dos por tres por un mensaje de WhatsAppp es una invitación permanente a coger el dispositivo, y no quiero eso. Cuando quedo con alguien, quiero estar con esa persona, no a medio camino entre el ahora y el siguiente mensaje.
También está el factor de la batería, al que hay que darle gran importancia. Puede que no lo sepas, pero muchos dispositivos cuentan con una función que impide que la pantalla se encienda automáticamente cuando el dispositivo detecta que está colocado boca abajo. De hecho, en los iPhone, Apple añadió una función llamada Detección boca abajo que no puede desactivarse, y que según la documentación técnica oficial, puede extender la autonomía del dispositivo hasta una hora adicional al evitar que la pantalla se ilumine con cada notificación, siempre que tengamos el terminal apoyado de esta manera. En Android, el sistema Doze y las optimizaciones de batería de cada fabricante cumplen un rol similar.
Es decir, ahorrarás energía simplemente con colocarlo de esta manera. Y créeme, con el uso que le damos hoy en día al móvil, cualquier pequeña mejora en la autonomía cuenta.
Pero también hay un punto práctico en esto, y es que al colocar el iPhone, en mi caso, boca abajo, protejo la parte más delicada, su pantalla. De esta manera, no le caerá nada al panel, ni se mojará, ni habrá riesgo de que sea dañado. Aunque uso funda y protector de cristal templado, nunca está de más reducir el riesgo de que caiga algo encima del móvil o de que se manche si estoy en una cafetería, o incluso en casa. Si la superficie es lisa y está limpia y no tiene produce raspones, apoyar el móvil con la pantalla hacia abajo es un gesto sencillo que ayuda a conservarlo mejor.
Entiendo que a algunas personas les pueda preocupar perder notificaciones importantes. Pero en mi caso, el modo silencioso y ciertas configuraciones me permiten tener el control. En el iPhone, se puede ajustar el comportamiento de las notificaciones y hasta desactivar la vibración háptica. Basta con ir a Ajustes > Sonidos y vibraciones y personalizar según tus preferencias. Así, puedes silenciar por completo el móvil y mantener la atención donde realmente importa.
Esta pequeña acción, que para muchos pasa desapercibida, se ha convertido en una forma de separarme del móvil, aunque sea un poco. Me parece curioso que algo tan simple como girar un dispositivo pueda tener tanto impacto en cómo nos comportamos, cómo nos concentramos y cómo interactuamos con los demás.
Fuente: adslzone
