Según una gráfica compartida en Statista, un 64,1% de los hogares españoles tiene al menos un televisor conectado. Estos dispositivos aportan grandes ventajas con respecto a los modelos convencionales, como la posibilidad de navegar por Internet o de utilizar apps en streaming, como Netflix o Prime Video.

Por lo general, los fabricantes preparan sus Smart TV para que mantengan un buen rendimiento y que las apps u otros servicios se abran rápidamente. No obstante, con el tiempo, es normal que el aparato comience a volverse más lento y, a veces, puede tener una solución más sencilla de lo que pensamos. Por ejemplo, puede deberse a que no hemos actualizado el software o a la conexión WiFi.

Cómo actualizar el sistema operativo en la TV

La importancia de tener todas las actualizaciones en regla en los dispositivos electrónicos es clave para el buen funcionamiento del mismo. Mediante las nuevas versiones de los software, las tecnológicas proporcionan correcciones para mejorar el rendimiento y los sistemas antiguos terminan quedando obsoletos.

Por ese motivo, si tu televisor inteligente va lento, lo primero que debes comprobar es que tenga la última actualización en regla. Lo normal es que el aparato busque las novedades automáticamente, pero podría haber fallado.

Para comprobarlo, solo tienes que entrar en la configuración de la Smart TV, cerciorarte de que está conectada a Internet y descargar el software más reciente disponible.

Es posible que tu TV haya quedado obsoleto y ya no disponga de más actualizaciones. En ese caso, la lentitud del dispositivo podría no tener solución.

Comprueba la señal a Internet

Otro problema muy común es que la conexión WiFi doméstica no sea muy buena. Eso podría dificultar que las aplicaciones se carguen rápidamente o que la reproducción de contenido se pare de vez en cuando.

En caso de que sea un problema momentáneo, puede que baste con reiniciar el router. Pero si el problema se alarga en el tiempo y tienes un router de malla, intenta conectar el dispositivo a la red que amplifique (mejor si es por la banda de 5GHz), ya que esta suele ser más fiable y tener menos caídas.

También puedes probar a conectar el televisor directamente al router a través de un cable Ethernet.

De todos modos, si tu Internet es el culpable y falla constantemente, deberías notarlo en la conexión en otros dispositivos conectados. Lo ideal es cambiar de operador, puesto que es probable que la cobertura del que tienes contratado no llegue a tu domicilio correctamente.

Elimina las apps que no uses

Algunas Smart TV pueden tener problemas de lentitud porque estén demasiado llenas. Normalmente, los desarrolladores especifican la capacidad de almacenamiento y, si estás cerca de llegar al límite, comienzan a fallar.

Es conveniente echar un ojo a las aplicaciones que están instaladas en el televisor. ¿Hay algunas que no uses? Prueba a eliminarlas y posiblemente el dispositivo comience a ir más rápido.

Deshabilita funciones innecesarias

Con el objetivo de que sus Smart TV sean las mejores del mercado, los fabricantes tienden a añadir una gran variedad de funciones. Hay algunas que, pese a que sean curiosas e interesantes de usar, provocan que el aparato se ralentice.

Muchas de estas funciones extra pueden eliminarse, como las promociones de inicio, la animación al encender el televisor o canales que nunca vas a ver. Después de deshacerte de estos elementos, apaga la Smart TV y vuélvela a encender. Posiblemente notes cierta mejora.

Las apps que más uses en la interfaz principal

Otro truco para que la Smart TV vaya más rápido es colocar las aplicaciones en las que más entres en el menú de inicio. Aunque esta función no mejore el rendimiento del televisor, es una manera de acceder más rápido a las plataformas más recurrentes.

Así, te ahorrarás tener que entrar en una carpeta infinita y buscar Netflix entre un montón de apps, por ejemplo..

 

Fuente: Statista | adslzone