El hecho de usar piezas originales o de fábrica en caso de reparación hace que las aseguradoras tengan que gastarse más dinero. Y muchas veces, para evitarlo, usan piezas no originales o de peor calidad. Una medida a la que no te pueden obligar. Un claro ejemplo es lo que le ha pasado a un conductor al sufrir un siniestro por el impacto con un jabalí.

Un impacto cubierto por la póliza

Todo comenzó el 15 de septiembre de 2022, día en el que este conductor de Vigo sufrió una colisión con un jabalí por el que el vehículo recibió grandes daños materiales. De hecho, se testificó como siniestro, y todo por culpa de la aparición repentina en la carretera de este animal. Ahora bien, este conductor pidió a su compañía aseguradora que se hiciera cargo del reemplazo de las piezas afectadas del coche. Sin embargo, ahí es cuando comenzaron los problemas.

Este usuario solicitó la reparación al considerarse al jabalí como un animal que son objeto de caza deportiva o de subsistencia. Además de que este tipo de daños entraban dentro de la cobertura que tenía contratada con dicha compañía. Pero, como decíamos, su aseguradora negó de primeras que dichos daños se produjeron por la culpa de este animal en particular. Además, los daños recibidos llevaron a que se calificasen los costes de reparación como excesivos: el radiador, el condensador y el intercooler.

Sin embargo, este argumento de la aseguradora se tuvo que retirar, ya que se encontraron restos del mamífero. Por lo que se respaldó el testimonio de este conductor. Aunque, ahí fue cuando comenzaron los problemas con la reparación mecánica. Según este conductor, su compañía solamente quiso «poner unas piezas no originales para abaratar costes«. Un hecho que afectaría a la posible venta de futuro del vehículo, ya que se tendría que declarar el siniestro, al igual que afectaría al valor del coche.

Qué explica la justicia

La justicia, en esta ocasión, da toda la razón al conductor. Y es que, el Juzgado de Primera Instancia número 10 de Vigo señala que, el conductor, que es el perjudicado en este caso, no tiene que ser obligado por su aseguradora a reparar el coche afectado con «piezas diferentes de las que este tenía como piezas originales o de fábrica«. Lo que está claro es que el ahorro de costes no debe recaer sobre el conductor que ha sufrido el accidente en cuestión. Y, aunque no se pone en duda la homologación de las otras piezas, se deben reemplazar las piezas dañadas por las mismas (las originales del fabricante) y no por otras que puedan ser de peor calidad.

 

Fuente: Economist & Jurist | adslzone