De manera similar a lo que ocurrió tras el boom de las ‘puntocom’ en los 2000, este año 2024 podría ser testigo del inicio de una ola de fusiones y adquisiciones en el mercado cripto. El objetivo, consolidar negocios y aumentar la fortaleza de proyectos con limitado número de usuarios.
En 2020 había unas 7.615 criptomonedas registradas en CoinMarketCap, el principal portal de precios para el sector de criptoactivos. En 2021, el número había ascendido a 9.953 de acuerdo a esta misma web. Actualmente, en 2024, existen más de 13.000 criptomonedas distintas, según otros portales. Un estudio en Statista muestra un número menor: más de 9.000 existentes en enero de 2024.
En vista de una cantidad inabarcable de criptomonedas distintas, y a sabiendas de que muchas de ellas se basan en servicios o perspectivas muy similares entre sí, una solución para aportar estabilidad al mercado cripto puede ser la de una ronda de fusiones. Así lo apuntan varios expertos consultados por Coindesk, afirmando que la adopción de esta tecnología no es tan grande como para justificar tal cantidad de propuestas distintas.
El mercado alcista de 2021 produjo un entusiasmo tal que una gran cantidad de capital riesgo entró en el sector, posibilitando la creación de cientos y cientos de propuestas de activos digitales. El resultado, un mercado sobresaturado de productos, pese a que la lista de criptodivisas más utilizadas no es tan dinámica. Bitcoin, Ethereum, XRP o Dogecoin llevan en el mercado bastantes años, sin que otras criptomonedas hayan logrado rivalizar con sus posiciones en el top.
Ante esta situación, varios expertos predicen a la vez que recomiendan una ronda de fusiones que permita unir criptomonedas con enfoques parecidos, uniendo así fuerzas y tecnología para crear proyectos más sólidos. Algunos de estos especialistas creen que esta ola de consolidaciones podría empezar en los próximos meses.
Un proceso difícil por la juventud del sector
Los principales reguladores a nivel mundial ya han legislado en materia de criptomonedas, pero sobre todo en las obligaciones que comporta su tenencia o uso. Lo que no está tan claro aún es, sin embargo, cómo debería ser el proceso legal modélico para una operación de envergadura, como puede ser una fusión empresarial. Esto se hace patente sobre todo en el sector de las finanzas descentralizadas (DeFi) debido a sus particulares métodos de funcionamiento.
Muchos proyectos enmarcados en esta economía, no cuentan con un órgano directivo claro y estable, sino que dependen de un proceso de consenso automatizado entre sus usuarios para aprobar o rechazar decisiones. En muchos casos, además, la estructura de toma de decisiones está basada en código abierto. Esta etérea estructura empresarial puede dificultar mucho un proceso de unión entre criptoactivos.
Más probable entre tecnologías similares
En este sentido, los expertos apuntan que para sobrepasar este obstáculo, habría quizá que realizar las fusiones desde el punto de vista de los tokens más que desde una perspectiva empresarial. Es decir, se podrían fusionar varios tokens manteniendo los equipos de desarrollo o trabajo preexistentes. Hay muchos tokens con planes a futuro y objetivos similares. Dado que las comunidades y desarrolladores de cada proyecto se unen en armonía en torno a una filosofía o visión, es posible que varios grupos puedan coincidir y votar por unirse si sus tecnologías o funciones son similares.
Además de criptomonedas, hay plataformas que también podrían unirse entre sí. Por ejemplo, exchanges descentralizados, proveedores de liquidez con colaterales, proyectos de NFT, protocolos de staking líquido u otros protocolos DeFi.
No obstante, hay formas de intentar lograr estos consensos. En los casos en que el beneficio económico sea un objetivo primordial, los proyectos con más músculo financiero podrían hacer ofertas lo suficientemente jugosas a otras comunidades a cambio de comprar todo el stock de determinada criptomoneda. Por otro lado, para convencer a los miembros de una comunidad de realizar una fusión, sería necesario un liderazgo claro capaz de comunicar con efectividad los beneficios y pasos a seguir durante este proceso.
