El carácter instantáneo de WhatsApp ha sido una de las claves que ha permitido posicionar a esta herramienta más allá del uso personal. En muchas empresas, este canal se utiliza para llevar a cabo todo tipo de comunicaciones con carácter profesional que tiene que ver con cambios de horario, nuevas normativas que implementa la empresa o cualquier otro aspecto de índole similar. Un escenario que la convierte en imprescindible, además, cuando se trata de argumentar o cuestionar la naturaleza de un despido o una desvinculación.

Esta ha sido precisamente la situación que se ha encontrado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Que ha tenido que analizar la naturaleza del despido de una empresa una vez se ha presentado en el recurso diferentes pantallazos de WhatsApp que, a priori, podrían ser consideradas como válidas. Pero que, finalmente, el tribunal ha decidido desestimarlas, tal y como informa el medio Confilegal.

WhatsApp movil mujer

No son un documento hábil

El tribunal ha sido claro al respecto, las capturas de WhatsApp “no pueden tener el carácter de documento hábil a efectos de suplicaciones”. Uno de los motivos que explican esta decisión se debe a lo relacionado con la necesidad de verificar y autentificar las pruebas. Que, por la propia naturaleza de la app, resulta muy sencillo de poder alterar de manera artificial de forma que parezca prácticamente imperceptible para el ojo humano.

La autentificación, como recoge el mismo medio citado previamente, tiene que realizarse por medio de “accesorios o instrumentales, como testigos o transcripciones en acta notarial”. Un escenario que dificulta, y mucho, tal acción. Y que convierte a WhatsApp, en algunas situaciones, en una herramienta completamente prescindible cuando se trata de aportar este tipo de pruebas en el juzgado.

El problema de las comunicaciones digitales

Pese a la situación descrita, conviene conocer que en otros litigios legales, WhatsApp sí que ha sido aceptada como prueba para poder tomar una decisión en torno a algún caso concreto. Sin embargo, los contextos en los que esta app sí que ha sido tenida en cuenta para dictar un veredicto han sido, en la mayoría de los casos, en todos aquellos en los que esta herramienta había sido la única forma para poder acreditar una relación laboral o cuando no ha habido ningún sujeto que haya cuestionado la autoría o autenticidad. Sin embargo, cuando han existido dudas al respecto, la dificultad de tomar a esta app como una prueba válida ha crecido de manera considerable. Además, también cuando alguna de las partes implicadas ha reconocido los pantallazos en cuestión.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid vuelve a visibilizar la problemática que existe en torno a las comunicaciones digitales a la hora de tenerlas en cuenta en conflictos legales. Más aún si se hace referencia a los recursos de apelación. Pese a que WhatsApp sigue aumentando su grueso de usuarios y el número de ámbitos en los que tiene impacto es cada vez mayor, la realidad es que el correo electrónico sigue siendo la vía más adecuada para construir cualquier tipo de comunicación que tenga que ver puramente con el entorno profesional.

 

Fuente: Confilegal | adslzone