Hasta hace poco, Twitter era un buen medio para estar al tanto de noticias de última hora. Si alguien fallecía o si se producía una noticia de importancia nacional, sabías que lo descubrirías antes en esta plataforma. Ahora, por desgracia, las marcas de verificación se venden, y hay tan poco control sobre ellas que, en cuestión de unos pocos minutos, cualquiera se puede hacer pasar por otra persona.

El caso Rubiales

Imagina que entras en X y te encuentras la publicación de una cuenta que se hace pasar por el periódico El Mundo. Tiene el mismo logo en el icono de perfil y utiliza un formato idéntico para informar de noticias de última hora. Inicialmente, las posibilidades de que creas que es real son enormes. Miras el logo, tu cerebro racionaliza que la noticia parece de forma indudable de El Mundo, ves la marca de verificación y lees la información. Lo que te encuentras es lo siguiente.

Por supuesto, es una chifladura. Pero teniendo en cuenta la situación y todo lo que está ocurriendo alrededor de esta polémica, se podría llegar a pensar que cualquier cosa es posible. Inicialmente, te lo crees. Después dudas un poco y ahí es cuando te fijas en el nombre de usuario de la cuenta. Así descubres que te la han jugado con una broma. Pero durante unos segundos, pensaste que fue real. ¿Sabes qué? Hay muchas personas que no llegan a hacer la comprobación que te indicamos. Simplemente leen y cierran la ventana o siguen haciendo scroll en X. Esos usuarios se lo creen, porque seguramente su atención ha saltado rápidamente a otro tema. No obstante, el residuo de la noticia queda en el subconsciente y eso expone a un mayor riesgo de que la fake news se extienda.

Como vas a ver en otros ejemplos, este no es el primer caso. Y lo que está pasando es que estamos perdiendo la confianza y el interés que teníamos en Twitter como forma de estar informados de la actualidad. Los casos, como te seguimos contando, no son aislados.

Rosa Montero no está muerta

Uno de los patrones que más se está viendo en X es la aparición de cuentas falsas de editoriales y empresas del mundo del entretenimiento, como discográficas, que anuncian que alguno de sus artistas ha fallecido. Son casos delicados, como el que se produjo recientemente cuando apareció una cuenta falsa con la marca de verificación azul imitando a la editorial Alfaguara. Su comunicado trataba sobre la escritora Rosa Montero, autora de libros como La buena suerte, La ridícula idea de no volver a verte o La desconocida, de quien se decía que había fallecido.

Poco después de enterarse de que estaba corriendo el bulo sobre su muerte, la propia Rosa publicó el mensaje en X que puedes ver justo encima de estas líneas. Con él dejaba claro que estaba bien viva y además recordaba que, poco antes, también había ocurrido con José Luis Perales. El cantante desmintió la noticia desde un mensaje emitido desde Londres, donde se encontraba en esos momentos. En ninguno de los dos casos hubo represalias contra las cuentas que habían sustituido la identidad de estos famosos. Esta es la nueva identidad de Twitter y se está convirtiendo en un campo de batalla abierto a mil fechorías.

David Bisbal en el metro de Madrid

Este es uno de los casos más locos de los que se han llegado a registrar en cuanto a las ideas de una cuenta parodia. La noticia no se hacía pasar por el famoso cantante español, sino que llegaba de la mano de un usuario de Twitter al que se conoce por gastar bromas, pero que utiliza el nombre Elon y una foto del dueño de X. Eso lo hace más difícil de confundir con una cuenta real, pero está claro que, visto lo ocurrido, la marca de verificación puede «hacer milagros» a la hora de darle credibilidad a cualquier información.

Seguro que la historia te la conoces de sobras. El tuitero se inventó que había visto a David Bisbal haciendo aguas mayores en el Metro de Madrid y la información se movió tanto que acabó descontrolándose. Se llegó a ver la noticia incluso en canales de televisión y multitud de periódicos online le comenzaron a dedicar artículos. En algunos, llevaron la desinformación a un nivel superior al pensar que la foto que tiene en su página de perfil de Twitter era la suya cuando, en realidad, seguro que tú sabes perfectamente de quién es. Y todo el problema viene, más allá de las ansias que tiene la prensa de buscar titulares con clickbait que atraigan a los lectores, de dejarse llevar por el simple pensamiento de «si tiene la marca de verificado, me puedo fiar». ¡Gran error!

Moraleja: mucho ojo

Como te decíamos, hasta que se vuelva a poner control a la accesibilidad que tiene la marca de verificado, posiblemente X cada día será un lugar de mayor riesgo en lo referente a estar al tanto de noticias. Cada vez hay más cuentas parodia y no todas ellas se identifican como tales. En algunos casos, sus responsables hacen lo imposible para ganarse la confianza de los usuarios antes de inventarse algo que realmente sea falso. Por ejemplo, pueden publicar noticias reales hasta que, una vez alcanzada cierta cantidad de seguidores, publican algo que se han inventado por un motivo u otro.

En algunos casos se identifican como parodia desde el principio, otras veces se echan atráscierran la cuenta o ponen un indicador de que se trata de una cuenta fake. Hay multitud de posibilidades, pero lo que te recomendamos es que seas cauto y no te creas que, por leer algo de una cuenta verificada, tiene que ser real. En realidad, hay miles de cuentas oficiales de famosos y profesionales que no tienen la marca de verificación porque no quieren pagarla, lo que todavía complica más la situación.

 

Fuente: adslzone