La preocupación por si un móvil te va a durar todo el día viene determinada directamente por el uso que se le dé al terminal. Es sencillo de entender y tiene lógica, aunque también dependen muchos factores adicionales que debes tener en cuenta como la exigencia de las aplicaciones que utilizas o el tiempo que pasa la pantalla encendida o en uso.
Tu móvil durará más con estas pantallas
Los paneles OLED son de los mejores que puede tener un teléfono a día de hoy. Destacan por ser de los que mejor interpretan los colores, especialmente el negro que consiguen gracias a que simplemente apaga los píxeles que tiene que interpretar. Esto consigue no solo una mejor calidad de visionado, también que el teléfono ahorre batería en un pequeño porcentaje.
Es lógico que si un elemento electrónico se apaga este no consume, pero en Samsung están trabajando en pantallas OLED más eficientes para que tu móvil ahorre más batería. Para ello se está desarrollando una nueva capa delgada en el panel de baja refracción. En términos técnicos, esta capa delgada extra hace que se pierda menos luz, lo que aporta muchos beneficios al terminal que lo lleva como es el caso del Galaxy S23.
Mejor tecnología supone un precio mayor
Cada vez que una compañía trabaja en algo nuevo supone una inversión de tiempo, esfuerzo y dinero para conseguirlo. Y eso pasa, aunque los propios fabricantes hagan varios productos y se autoabastezcan de ellos como es el caso de Samsung y LG. Si, la otra firma coreana también está trabajando en un proyecto de este calibre. Y lo cierto es que ambas marcas quieren dar más opciones para satisfacer sus necesidades propias y las de sus compradores de pantallas.
Por supuesto será a estos últimos a los que les saldrá más caro obtenerlas ya que supone una inversión en una tecnología mejorada. Y es que, en este caso, se trata de una mejora que ayudará a que todos los móviles que las monten aumenten la vida útil de la batería además de usar menos energía para su funcionamiento.
El coste ya dependerá de la demanda y la oferta, por lo que corresponde a cada compañía fijar un precio lo suficientemente atractivo para que, por un lado, los fabricantes quieran integrarlas en sus aparatos y, por otro, que al usuario final no le repercuta mucho gasto adicional, aunque no dejemos de lado que estas pantallas se han colocado especialmente en teléfonos de alta gama que a día de hoy superan los cuatro dígitos en su precio desde hace ya un par de años.
