Irse de vacaciones puede acarrear una serie de intrigas y dudas sobre qué hacer con el router. Más allá de apagarlo para que el vecino no se aproveche de nuestra conexión, hay otras cosas a tener en cuenta cuando se elevan las temperaturas y tienes miedo de que arda.

Sí puede arder

A pesar de que están fabricados con materiales que reducen las posibilidades de sobrecalentamiento o cortocircuitos, tener ciertos hábitos con el router puede hacer que arda en pleno verano. Sí, puede calentarse demasiado y no encontrar modo de refrigerarse.

Estos dispositivos generar calor por estar siempre enchufados y soportar la conexión de varios dispositivos a la vez. Si no tiene la ventilación correcta, el calor puede acumularse y aumentar aún más su temperatura interior. Esto no solamente hará que se comporte de forma lenta, sino que el Internet puede sufrir cortes que afecten a nuestro día a día.

Además, que tenga que soportar calor diariamente puede hacer que su vida útil se acorte; incluso genere daños irreparables. Si el router es de una compañía de teléfonos, podemos pedir que nos lo cambien por uno nuevo. Pero si lo hemos comprado y es de nuestra propiedad, tendremos que optar por gastar dinero para comprar uno nuevo.

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Comprueba que está caliente

Podría parecer absurdo comprobar si está caliente, pero tocarlo puede darnos pistas sobre si realmente hay un peligro. Pon la mano cerca del router y siente si desprende mucho calor. También puedes comprobarlo poniendo la mano en la parte superior directamente.

En el caso de que lo notes muy ardiente, lo más recomendable es apagarlo para evitar que se sobrecaliente. Los expertos recomiendan dejarlo apagado durante 30 minutos como mínimo, de manera que dé tiempo a que se enfríe internamente. Cuando lo notes frío, vuelve a encenderlo y enchufa los diferentes cables. Si el router funciona correctamente, el momento caliente se pasará. En caso de que vuelva a calentarse en exceso, tendrás que tomar otra serie de medidas preventivas.

Evitarlo es fácil

Muchas personas se animan a esconder el router para que no interfiera en la decoración del salón o habitación. Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos aspectos para evitar que se sobrecaliente tanto como para arder. Especialmente si no vamos a estar en casa durante unas semanas o un mes.

Algunos trucos que puedes probar para reducir el riesgo son:

  • Pon el router en un sitio bien ventilado y donde no haga mucho calor. Evita encerrarlo en cajas o en armarios donde no exista ningún tipo de ventilación.
  • Evita ponerlo cerca de una ventana donde dé directamente el sol. Tampoco se recomienda ponerlo cerca de otros dispositivos que den calor (como un horno).
  • Busca que tenga una buena circulación del aire, para que su calor interno pueda circular y reducir la temperatura.
  • Limpia la suciedad y el polvo para que no se acumulen en las rendijas y provoque un tapón.
  • Usa un ventilador o un dispositivo que ayude a enfriarlo. Puedes ponerlo sobre una rendija para que la base no esté en contacto directamente con una estantería.

 

Fuente: adslzone