Que no se encienda tu televisión de repente no tiene que ser sinónimo de que haya algo grave de lo que te debas preocupar. Tal y como verás en las próximas líneas, hay muchas posibles respuestas que lleven a este tipo de problema. La buena noticia es que es más que probable que lo puedas solucionar. Presta atención a todas las opciones que te damos.

Comprueba los cables

Esto es lo más básico. Por lo general puedes pensar que no tiene que haber ningún problema con el cable de la electricidad o con los de imagen, pero no sabes si tu mascota o si alguien de casa ha podido tocar el cable y desconectarlo. Así que comprueba que todo esté en su sitio. Después de esto, asegúrate de que el punto de conexión donde tienes puesta la televisión funciona. Para ello, conecta otro dispositivo y así sabrás si está en condiciones o si podría haberse averiado.

Por ejemplo, si estás usando una regleta con varios enchufes, no sería raro que, en algún momento, deje de funcionar. Compruébalo primero para que no pierdas tiempo intentando aplicar otras soluciones cuando puede ser algo tan sencillo como esto.

Enciéndela desde el botón

Lo más común es encender la Smart TV desde el mando a distancia y, aunque te habrás acostumbrado a ello, te recomendamos que en este caso pruebes con el botón. Quién sabe si esta podría ser la solución. Por otra parte, piensa que hay televisiones que tienen un botón de encendido-apagado en la parte de atrás a modo de sistema de seguridad. En otros modelos, ese botón se encuentra en el lateral. Dependerá de la marca, pero es recomendable que mires bien por si acaso el botón estuviera en la posición de apagado.

Elige el canal adecuado

Este es un problema muy común. Quizá la tele sí esté encendida, pero te encuentres con que la imagen de la pantalla se encuentra totalmente en negro. Es posible que lo que ocurra es que no has elegido el «canal» adecuado o, mejor dicho, la fuente de imagen correcta. Te tienes que asegurar de que la señal a la que estés conectando, como un decodificador, esté exactamente en la fuente que se encuentre usando. Por ejemplo, que esté elegido HDMI 1 y no HDMI 2 si ese es el caso.

En este tipo de situaciones hay algo que suele ocurrir en muchos modelos: el botón de encendido de la televisión se pone a parpadear. Eso te estará indicando que tienes un problema con la señal que has elegido. En algunos mandos, como los de televisiones de Samsung, puedes pulsar el botón Source para saber cuál es la señal correcta en la que está configurado tu dispositivo. Eso te permitirá arreglarlo con mucha facilidad.

Haz un reinicio de fábrica

No es lo que más nos guste hacer, porque resulta bastante molesto si tu experiencia de usuario ya está muy personalizada. Pero no hay duda de que es una buena opción recurrir a ello si ya has probado todo lo demás y nada te ha funcionado. Te puede ayudar, por ejemplo, si se ha producido un problema con una actualización del firmware o incluso si la televisión se ha infectado con malware.

Cuando hagas un reinicio de fábrica todo volverá a estar exactamente como cuando compraste la televisión, así que ármate de paciencia para salir del paso. El proceso para reiniciar seguramente estará indicado en el manual de instrucciones de la TV, pero suele ser similar en una gran parte de modelos. Primero desconecta la televisión del enchufe. Después mantén pulsado el botón de encendido de la televisión durante un periodo de entre 10 y 15 segundos. Eso hará que el sistema ponga en marcha el proceso de reinicio.

Al pasar ese tiempo, la TV ya estará lista para que la conectes de nuevo a la electricidad. Si en pantalla aparecen una serie de instrucciones que te indican cómo continuar, sabrás que el proceso está funcionando y que estás camino de recuperar la pantalla. Si todavía no se ve nada, no habría que descartar que estuvieras ante una avería.

¿Qué le puede estar pasando?

El rango de averías que se pueden estar produciendo en tu televisión es amplio. Pero si la televisión no muestra imagen, se acortan los posibles problemas que se podrían estar dando. Uno de ellos está relacionado con la retroiluminación de la pantalla, la cual quizá haya dejado de funcionar. Ante este tipo de sospecha, lo que sí puedes hacer es una comprobación que te ayudará a saber si la retroiluminación está en problemas.

Para ello, utiliza una linterna y acerca el foco de luz hacia la televisión. Hazlo en varios ángulos y posiciones y comprueba si el foco de la linterna provoca que se visualice la imagen en la pantalla. De ocurrir eso, significará que, indudablemente, hay un problema con la retroiluminación. A partir de ese punto tendrás que enviar la TV al servicio técnico o, si eres manitas y tienes conocimientos, arreglarla por ti mismo.

De todas formas, ese es solo una de las posibles averías con las que te podrías llegar a encontrar. Hay otras posibilidades, pero lo mejor será que te pongas en contacto con el fabricante para saber qué opciones tendrías para arreglarla.

 

Fuente: adslzone