Para ello, como la mayoría de vosotros ya sabréis, de manera inesperada a veces envía algunos parches o actualizaciones acumulativas para corregir cosas puntuales. Luego nos encontramos con los martes de parches, actualizaciones mayormente de seguridad que se envían todos los meses. Esto es algo que se produce concretamente el segundo martes de cada mes. Y por último nos encontramos con las actualizaciones de características, que son las más importantes.

De hecho estas son las más grandes y la firma de Redmond manda a los equipos compatibles dos de estas al año, como la mayoría de vosotros ya habréis comprobado. Es más, de unos días a esta parte estamos siendo partícipes de la paulatina llegada de la segunda de este mismo año, nos referimos a la October 2020 Update. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del gigante del software, el tema de las actualizaciones de Windows 10 es uno de sus grandes problemas. Esto se debe principalmente a los casi constantes problemas que algunos usuarios en todo el mundo se encuentran al descargar o instalar estas. Cierto es que no son problemas que atañen a todos, pero sucede en casi todos los lanzamientos, y a veces son problemas realmente graves.

Windows-Update

Así, en estos momentos podríamos decir que estas actualizaciones y parches se han convertido en uno de los grandes hándicap para la empresa de software. Estos errores además se hacen más importantes y extendidos cuanto mayor es la actualización enviada. Es por ello, algo con lo que se ha especulado alguna vez, que la compañía quizá se podría plantear enviar una única actualización de características al año, en lugar de dos.

Ventajas de lanzar una sola actualización de características de Windows al año

Si nos ponemos a repasar las ventajas que esto traería consigo, para empezar decir que los fallos se minimizarían. Esto se debe a que estos se producirían con menor frecuencia. Pero claro, eso no significaría que desapareciesen del todo. Por tanto, otro beneficio que podríamos mencionar aquí, es que Microsoft tendría más tiempo para desarrollar y probar las nuevas versiones, por lo que los riesgos de potenciales errores, se reducen.

Por otro lado también hay que tener en cuenta que la llegada de nuevas funciones se espaciaría más en el tiempo, por lo que estas podrían ser más estables y fiables. Y por último podríamos decir que la confianza de muchos que aún tienen dudas acerca de migrar a Windows 10 desde versiones anteriores, probablemente aumentaría.

Una cosa que sí que deberíamos tener en cuenta es que probablemente los fallos con estas actualizaciones no desaparecerían por completo, algo que no sucederá en breve. Sin embargo también es cierto que es más que posible que la aparición de los mismos, disminuiría.

 

Fuente: softzone