Desde el 14 de enero de 2020, Windows 7 alcanzó el final de su ciclo de vida y ya no recibe actualizaciones de seguridad para solucionar vulnerabilidades. A eso hay que sumarle que hay muchos programas que ya no funcionan con Windows 7, pero parece que hay muchos usuarios que no tienen intención de actualizar; incluso a pesar de que se puede actualizar gratis de Windows 7 a Windows 10.

Usar Windows 7 es abrirle la puerta a los hackers

Por ello, el FBI está alertando a empresas de Estados Unidos de los peligros a nivel de red que puede suponer seguir usando Windows 7 en la actualidad, ya que afirman que han detectado a cibercriminales atacando infraestructuras de red aprovechándose del hecho de que un sistema operativo deja de tener soporte. Así, afirman que «seguir usando Windows 7 en una empresa puede permitir a un hacker tomar el control de esa empresa, y el problema será cada vez más grave porque el sistema irá siendo más vulnerable con el paso del tiempo».

La mejor solución, según el FBI, está clara: actualizar a un sistema operativo que sí tenga soporte para actualizaciones de seguridad, como es el caso de Windows 10, o incluso Windows 8, que todavía tiene soporte. Muchas empresas siguen retrasando la actualización porque actualizar el sistema operativo puede generar problemas de incompatibilidad con los programas que usan, además de un posible aumento del coste si tienen que cambiar de ordenadores. Ese coste, no obstante, es una nimiedad en comparación a lo que supondría sufrir un hackeo.

Si no actualizas, al menos ten un buen antivirus y firewall

En el caso de que no se pueda actualizar todavía a un sistema operativo más reciente, el FBI recomienda utilizar buenos antivirus, filtros de spam y firewalls, además de aislar los ordenadores con Windows 7 de la red, utilización de autenticación en dos pasos, y bloquear todo acceso a control remoto de escritorio.

De momento, aunque han pasado ya casi 7 meses del fin del soporte de Windows 7, todavía no se ha dado el caso de que haya una gran vulnerabilidad que ponga en peligro el sistema operativo, aunque ésta podría surgir en cualquier momento como ocurrió en 2019 con BlueKeep o en 2017 con WannaCry y ETERNALBLUE, que requirió incluso lanzar un parche especial para Windows XP tres años después del fin del soporte de actualizaciones. En aquel entonces, el 98% de los ordenadores infectados con WannaCry utilizaban Windows 7.

 

Fuente: Bleeping Computer | adslzone

 

Protege-1