Antes de 2020, WhatsApp ya estaba bastante preocupada por los bulos. Los problemas más grandes surgieron en la India, donde hubo bulos que desembocaron en la muerte de decenas de personas por turbas de gente, y por delitos que no habían cometido. Por ello, introdujeron un límite para reenviar mensajes, donde un mensaje no podía ser reenviado más de cinco veces.

Medidas de WhatsApp para parar los bulos

Sin embargo, en 2020 eso no fue suficiente, ya que una persona podía enviar todos esos mensajes sin límites a todos los chats que quisiera. Así, un propagador de bulos podía enviar un mensaje a cientos de personas, y así ir iniciando una cadena. Además, es posible saltarse el límite simplemente dándole a “copiar” y pegándolo en un chat.

Por ello, en 2020 anunciaron que iban a introducir un nuevo límite, donde sólo se iba a poder reenviar un mensaje a un chat. Hubo diversos bulos al respecto con esta medida, donde se dijo que había sido el Gobierno de España el que había trabajado con WhatsApp para introducir esta limitación como una de las razones para no usar WhatsApp, y se animó a pasarse a Telegram, pero nada más lejos de la realidad, esta medida fue introducida a nivel mundial.

whatsapp-buscar-mensajes

Junto con ella, WhatsApp también introducirá un pequeño icono de una lupa para poder buscar mensajes reenviados directamente en Google, de tal manera que muchos mensajes de texto o enlaces se podían introducir en el buscador para ver si son mensajes falsos. De momento, la única opción es copiarlos y buscarlos a mano a ordenar entre publicaciones recientes.

google-buscar-bulo

Duda siempre de los mensajes reenviados

René Descartes fue quién estableció el principio de la duda metódica como herramienta para dudar de todo lo que existe e intentar alcanzar al menos una verdad absoluta. Ese camino de duda le llevó a enunciar el principio de “Pienso, luego existo”. El escepticismo frente a todo lo que nos llegue por WhatsApp es una gran ayuda para evitar creernos, o aun peor, compartir, un contenido de cuya certeza no estamos seguros.

Aunque hay ocasiones en las que la realidad supera a la ficción, en la mayoría de ocasiones los bulos, dependiendo del formato, suelen destacar por varios elementos. Por ejemplo, en un texto reenviado, suele haber faltas de ortografía como primer elemento. En segundo lugar, frases como “no lo verás en los medios”, el uso de palabras como “Confirmado”, “reenvía este mensaje para que se sepa”, o similares, se ponen siempre para intentar hacer creer al que lo está leyendo que son ciertas. Si una información es veraz de por sí, no necesita de esos añadidos.

En el caso de los vídeos, en muchas ocasiones su baja resolución impide conocer si por ejemplo un suceso está ocurriendo en España, o si la identidad de la persona que aparece en él coincide con la que se diga en un mensaje de texto asociado a un vídeo. Es fácil buscar el contenido del vídeo en los medios de comunicación, y ahí suelen ir asociados a un desmentido, o aún mejor si es lo que buscas: algo que confirme que es real.

En el caso de las imágenes, la situación es aún peor, ya que se pueden retocar todo tipo de elementos, como es la creación de tweets falsos. En estos casos, lo mejor suele ser buscar los tweets por Google, y en el caso de que no aparezcan, normalmente puede ser porque o son falsos, o porque su autor los ha borrado. Si buscamos el texto en Google o en redes como Twitter, podremos comprobar si hay algún desmentido sobre ellos.

Por último, también podemos recibir enlaces de todo tipo de medios. Hay webs en las que un usuario puede crear su propia noticia falsa, como 12minutos. Y por desgracia, incluso en medios tradicionales suele colarse alguna noticia falsa o que no se ajusta a la realidad, pero en la mayoría de casos suele haber desmentidos del propio medio, de otros medios, o incluso de la propia persona afectada por dicho bulo, los cuales suelen tener un fin concreto en su mayoría. Por ello, incluso aunque una noticia aparezca en un medio fiable, ésta puede ser falsa o tergiversada, y mirar por ejemplo respuestas en comentarios en redes como Twitter o buscar la noticia en otros medios puede ayudarnos a evitar que nos traguemos un bulo.

La propia WhatsApp tiene un FAQ oficial en el que dan una serie de consejos para evitar bulos, entre los cuales están los que hemos mencionado, como identificar mensajes reenviados, tener cuidado con fotos y vídeos trucados, mantener al margen nuestros prejuicios ante una información que confirme nuestras creencias establecidas, evitar que un contenido falso se haga real a base de repetirlo, o corroborar las fuentes.

Usa verificadores de bulos o compruébalos tú mismo

Por suerte, en la actualidad hay multitud de verificadores de bulos. Entre ellos encontramos a Maldita, anterior Maldito Bulo, que junto a Newtral, AFP y EFE, forma parte de la red de IFCN, siglas de International Fact-Checking Network. Esta red, utilizada por Facebook en todas sus apps y redes sociales, une a medios de todo el mundo que han pasado una serie de controles por parte de Facebook para verificar noticias falsas.

espana-ifcn

En el caso de Facebook, la red social asigna un cartel a una noticia falsa que alerta al usuario de que el contenido que está viendo es falso. En WhatsApp, como la aplicación no conoce el contenido de los mensajes que el usuario envía porque éstos están cifrados de extremo a extremo, el uso de estos medios es opcional. Y gracias a ese listado, todos los países saben a dónde acudir para identificar bulos.

El desmentido de bulos es algo que suele tardar un par de días, donde por desgracia gran parte del daño puede estar hecho. Por ello, hasta que se desmienta un bulo, es importante corroborar la información con el mayor número de fuentes posible. Nadie está libre de promover un bulo o una información falsa con algún fin como puede ser el beneficio político, ideológico o personal, y aunque en ocasiones sea difícil comprobar que algo es cierto, debemos hacer todo lo posible por intentarlo.

 

Fuente: adslzone

 

En-casa-3