El 21 de febrero de 2020 aparecerá marcado en las agendas de los inversores como el comienzo de una crisis bursátil sin precedentes. Un desplome histórico que ha llevado a miles de compañías a situaciones verdaderamente complicadas. Así por ejemplo, el Dow Jones o el Nasdaq han perdido en menos de un mes algo más de un 30%. El DAX Alemán un 40% mientras que el selectivo español IBEX 35 también ha perdido más de un 38%. La situación es tan compleja que el Gobierno presidido por Pedro Sánchez ha tenido que blindar por Ley a las empresas españolas para que no sean adquiridas a precio de saldo. Por ponerlo en contexto, Telefónica ha llegado a capitalizar menos de 19.000 millones de euros, un precio inferior al que tendría toda su red de fibra si un tercero la comprara. Otras empresas relacionadas con el turismo o las aerolíneas están siendo literalmente masacradas por el mercado. El Grupo IAG, propietario de Iberia acumula ya en un mes un 70% de desplome.

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Tecnológicas a precio de saldo

Hay una máxima en los mercados y es que las empresas más fuertes del mundo siempre acaban recuperándose. Lo hemos visto con Apple por ejemplo que ha llegado a acumular desplomes del 40% en diferentes crisis y siempre se ha recuperado reventandolos máximos históricos. La firma de la manzana mordida que ha llegado a superar 1,5 trillones de dólares ha perdido más de 400.000 millones desde la crisis del coronavirus. Lo mismo ha sucedido a empresas como Google que ha perdido cerca de 300.000 millones o Facebook que se ha dejado 150.000 millones. Hay casos más llamativos como Uber que desde su salida a bolsa ha perdido un 65% y apenas capitaliza 25.000 millones. Bien es cierto que la empresa líder de transporte social es una máquina de quemar efectivo y el coronavirus le está pasando factura en los países confinados, sin embargo, no hay que olvidar que estamos ante un market leader de manual y el sentido común nos dice que acabará recuperándose.

Por el contrario, otras empresas menos expuestas o que incluso se ven beneficiadas por la pandemia no paran de crecer. Un ejemplo de ello es Teladoc, que se dedica a la telemedicina y está subiendo sin parar, Zoom Video Communications que fomenta el teletrabajo también crece o las conocidas Amazon y  Netflix que están sufriendo menos ya que los pedidos online y el streaming se han disparado en los períodos de cuarentena.

¿Merece la pena comprar acciones de Uber, Tesla o de Apple?

Es imposible saber que va a pasar en las próximas semanas o meses. La pandemia ha provocado pánico en los mercados y nadie puede prever cuando o cómo va a terminar esta situación. En apenas una semana, la bolsa americana ha tenido que ser suspendida en tres ocasiones por desplomes superiores al 7% y todo apunta a que lo peor está por llegar. ¿Os imagináis New York, Los Ángeles o Washington confinados? Sería una estampa histórica que seguramente impactaría muchísimo en las empresas. También es verdad que tanto el Banco Central Europeo o la Reserva Federal Estadounidense pondrán toda la carne en el asador para evitar que se produzca una crisis económica de proporciones bíblicas.

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Volviendo a la pregunta anterior, ¿Es buena idea comprar acciones de tecnológicas? Si miramos el largo plazo desde luego que sí, pero siempre teniendo en cuenta que podemos ver mayores desplomes en los próximos meses hasta que realmente la pandemia se frene y aparezca una vacuna. El mercado ya ha descontado que en los próximos trimestres habrá recesión, desempleo y un frenazo económico sin precedentes, pero todavía no sabemos si la situación puede empeorar y acaba llegando el virus con fuerza a Latino América o al corazón de Estados Unidos.  Lo que sí podemos vaticinar que habrá OPAS y fusiones en empresas americanas ya que las valoraciones han caído a plomo y eso genera muchísimas oportunidades.

 

Fuente: adslzone