Todo está relacionado con la adopción de SHA-2, el cifrado de seguridad que sustituye al inseguro SHA-1. A principios de 2017 conocíamos que Google había sido capaz de “romper” este cifrado después de 22 años. Uno de los mayores problemas es que era ampliamente utilizado en aplicaciones y a lo largo y ancho de Internet. Por eso, a finales de 2018, se anunció la migración de SHA-1 a SHA-2 para Windows 7.

El parche de Windows 7 que se lanzará en marzo: obligatorio para tener actualizaciones

El 12 de marzo se lanzará un parche de seguridad que se convertirá en totalmente obligatorio para los usuarios de Windows 7. Este habilitará SHA-2 para máxima seguridad y evitará que los usuarios que no lo instalen sigan recibiendo actualizaciones a partir del mes de julio de este mismo año. Aunque es cierto que Windows 7 se quedará sin soporte en enero de 2020, mucho peor es quedarse sin actualizaciones en verano por no instalar correctamente un parche.

sha-1-cifrado-roto

En un documento técnico interno, Microsoft explica que, para proteger nuestra seguridad, las actualizaciones del sistema operativo Windows están “firmadas” tanto con algoritmos de seguridad SHA-1 como SHA-2 para validar que provienen realmente de la firma con sede en Redmond. Sin embargo, debido a las vulnerabilidades detectadas en SHA-1, y para seguir los pasos del resto de la industria, pasarán a utilizar únicamente cifrado SHA-2 para las actualizaciones.

Las actualizaciones de seguridad que se lanzan el 12 de marzo contendrán parches para Windows 7 SP1 y Windows Server 2008 R2 SP1 que habilitarán el soporte para SHA-2. Microsoft concederá entonces unos meses de “gracia” para que los usuarios se actualicen y, a partir del 16 de julio, será obligatorio haber instalado el parche SHA-2 de marzo para seguir recibiendo actualizaciones de seguridad del sistema operativo Windows 7.

 

Fuente: askwoody | adslzone