Esto puede estar debido a varias razones que, de un modo otro, en algunas ocasiones vamos a poder solventar para así devolver a nuestro smartphone a su estado original, o al menos en parte, pero no siempre Estas bajadas de rendimiento son una de las grandes preocupaciones de los usuarios, ya que parece que nuestros teléfonos móviles están casi inevitablemente abocados a convertirse en productos lentos, todo ello sin ninguna razón aparente, al menos en un principio.

Llegados a este punto, diremos que existen varias causas posibles para que nuestro smartphone se ralentice con el paso del tiempo, aunque afortunadamente algunas de ellas se pueden arreglar o prevenir, por lo que a continuación repasaremos algunas de las más comunes.

Aplicaciones «de fondo»

A medida que instalamos más y más apps en el terminal, muchas de ellas acaban ejecutándose en segundo plano, punto clave para los teléfonos lentos. Y es que la mayoría acumulamos herramientas en el terminal que con el tiempo probablemente olvidamos de borrar, o usamos rara vez. Estas requieren recursos para seguir funcionando, conectarse a Internet, o monitorear alguna parte del sistema, lo que afecta al rendimiento del teléfono.

Hay que tener en cuenta que muchas de las cosas que se ejecutan en segundo plano pueden ralentizar el sistema, sobre todo cuando se trata de una aplicación exigente como los juegos, por ejemplo, algo que debemos intentar evitar eliminando estas apps. Sin embargo cuando llegue Android P las cosas cambiarán gracias a los límites de ejecución en segundo plano, aunque mientras tanto hay algunas cosas que podemos hacer como la eliminación de aplicaciones viejas y no utilizadas.

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También podemos comprobar los servicios que se están ejecutando en el teléfono habilitando las opciones del desarrollador, y así comprobar los servicios que afectan sobre los recursos y la duración de la batería.

Capacidad de almacenamiento

La velocidad de escritura de las unidades flash NAND se ralentizan a medida que se llenan, lo que puede ser una razón por la que el teléfono vaya cada vez más lento una vez que la memoria comienza a llenarse. Esto puede deberse a una acumulación de aplicaciones u otros elementos tales como fotos y vídeos no borrados, además de otros archivos. Aunque Android nos avisa cuando nos vayamos a quedar sin espacio, es recomendable que estemos al tanto antes de que eso ocurra, ya sea eliminando los archivos manualmente, o usando algún software de mantenimiento y limpieza del terminal.

Edad de la batería

Al mismo tiempo hay que saber que las baterías también envejecen, por lo que tras dos o tres años de servicio, la capacidad de estos componentes disminuye y nuestros dispositivos ya no duran como al principio. Igualmente y debido a este proceso de envejecimiento y su modo de funcionamiento interno, esto es algo que también afecta al rendimiento general del equipo, ya que tanto la propia batería como otros componentes del teléfono se calientan, lo cual es perjudicial para su funcionamiento óptimo.

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Falta de memoria

Además de las baterías viejas, la memoria flash y la RAM también sufren los efectos del tiempo debido a la acumulación de ciclos de escritura, por lo que al igual que las baterías, la capacidad de la memoria se degrada con el tiempo. Esto se traduce en un aumento de los errores de lectura y escritura a medida que pasa el tiempo, lo que ralentiza el funcionamiento del dispositivo en general.

Actualizaciones del sistema y las apps

Otra teoría muy común por la que los dispositivos que se ralentizan a medida que envejecen es que los sistemas operativos y las aplicaciones que se ejecutan en estos, se vuelven más «pesadas» a medida que se actualizan, lo que afecta al hardware y a su correcto funcionamiento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que por regla general esto es algo que suele afectar tan solo a los equipos más antiguos o con especificaciones más limitadas, por lo que los últimos lanzamientos en cuanto a terminales, no deben verse afectados por ello.

 

Fuente: AndroidAuthority | adslzone