¿Cuál es el modelo de negocio principal de Google? La publicidad. Esta premisa debería bastar para explicar por qué la compañía de Mountain View ha tomado la decisión. Ahora bien, no es suficiente para justificar la concesión de un permiso, a todas las aplicaciones y por defecto, que podría poner en riesgo la privacidad de los usuarios. Y no sólo hablamos de la privacidad, sino también de la cartera, puesto que este permiso nos puede llevar a asumir un gasto “no autorizado”.

La cuestión es que en Android M el nuevo panel de gestión de permisos incluye el acceso al micrófono, el uso del GPS y otros aspectos. Sin embargo, Android ya no permite conceder y retirar el permiso de acceso a Internet a las aplicaciones, sino que se activa por defecto y su configuración no se puede modificar. ¿Qué quiere decir esto? Que cualquier aplicación instalada puede hacer uso de Internet, en primer y segundo plano.

¿Por qué Google ha decidido exponer a los usuarios?

Supone exponer a los usuarios al riesgo de consumir “megas” sobre redes móviles, WiFi e incluso en itinerancia -si no deshabilitamos e roaming-, y además nos obliga a perder control sobre el intercambio de datos que hacen las aplicaciones. Podremos revisar los envíos y recepciones que se efectúan en las estadísticas, pero no podremos frenar las descargas y subidas a Internet. La única solución es activar el modo avión, o bien desinstalar la aplicación que no queremos que conecte a Internet. Pero, ¿por qué lo ha hecho Google? Porque, como adelantábamos, su modelo se basa en la publicidad, y permitir el acceso a Internet de cualquier aplicación supone garantizar la carga de publicidad.

¿Permitirá el “rooteo” mayor control sobre los permisos de Android?

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Fuente: adslzone