Google invitó a varios periodistas norteamericanos al número 232 de Santa Margarita, en Menlo Park, California, para celebrar el 15 aniversario del nacimiento de la compañía. En el garaje de esta casa, propiedad de Susan Wojcicki, ahora directiva comercial de la empresa, comenzó la historia de Google. O al menos es lo que la empresa intenta aparentar.
Lo cierto es que cuando llegaron al garaje, allá por 1998 ya habían recibido más de 1 millón de dólares en capital de riesgo, por lo que no eran un par de chavales sin dinero trabajando duramente para conseguir ganarse la vida. Pero el garaje en el que estuvieron unos meses le da un aire fundacional muy romántico a Google que también tienen empresas como HP y Apple, aunque estas últimas con más razón.
Así fue
Es posible que la historia de la fundación de Google se haya contado miles de veces, pero su aniversario es motivo suficiente para hacer un pequeño resumen a aquellos que no la hayan leído. Sergei Brin y Larry Page se conocieron en la Universidad de Stanford en 1995 y colaboraron en la creación de un motor de búsqueda llamado BackRub para el centro.
Por desgracia o por suerte para el resto de la humanidad la propia universidad rechazó el proyecto por requerir demasiado ancho de banda y en 1997, ya en solitario, los dos jóvenes lo mejoran y lo llaman Google, en un juego de palabras por el término matemático Gúgol, que es un 1 seguido por 100 ceros.
El dominio Google.com se registró el 15 de septiembre de 1997 pero hasta el 4 de septiembre del año siguiente no se inician los trámites para convertirlo en una empresa. Hasta 2005 Google celebraba su cumpleaños el 7 de septiembre, pero desde esa fecha pasó a celebrarlo el 27 ya que coincidió con un récord de páginas indexadas en Google.
Como veis, Google no fue fundado en un garaje, si no que era necesaria una pequeña oficina y Susan Wojcicki necesitaba dinero para pagar la hipoteca. Estos dos hechos llevaron a los fundadores de Google a un garaje, que ahora, 15 años después, promocionan porque es un sitio genial para reproducir el sueño americano que ellos alcanzaron y superaron. Aunque no fuera desde un garaje.
