Mientras hacemos búsquedas en Google o visitamos algunos sitios web para acceder a todo tipo de información, es sorprendente lo que estos portales están recopilando acerca de nosotros mismos sin que seamos conscientes de ello.

Y es que hay varias informaciones un tanto delicadas y personales que estos sitios averiguan de nosotros nada más con acceder a los mismos, algo que seguro que a muchos no les hace demasiada gracia. Es por ello que el uso, por ejemplo, de servicios VPN que en cierto modo salvaguardan nuestra privacidad, cada vez están más extendidos.

Por ejemplo, cuando accedemos a ciertos portales web, sin quererlo estamos informando acerca de dónde vivimos, además este es uno de los datos más sencillos de conocer por los portales web visitados debido a nuestra dirección IP. De hecho los propietarios de los sitios web instalan secuencias de comandos de seguimiento, aunque no siempre con fines maliciosos, sino tan solo por saber lo máximo posible acerca de las personas que visitan su sitio y ofrecer el contenido más relevante para cada uno.

privacidad

Internet sabe más de nosotros de lo que se podríamos desear

Así con la IP se sabe de dónde proviene la mayoría de los visitantes en el mundo, ya que los datos que se revelan incluyen el ISP, la ciudad donde vivimos y nuestras coordenadas. Al mismo tiempo la mayoría de los sitios utilizan un script publicitario o analítico en cada página para recopilar información como el tipo de navegador, el sistema operativo, la resolución de pantalla, o incluso la versión de Flash que utilizamos. Al mismo tiempo, si tenemos conectada la cuenta de Google mientras navegamos por Internet, incluso se intenta adivinar nuestra edad y sexo basándose en los patrones de búsqueda.

Tampoco podemos olvidar que de un modo un tanto inocente, al mismo tiempo en muchos casos en una sesión de navegación, estamos dando a conocer nuestra dirección postal, número de teléfono, o correo electrónico. Estos son datos que en cierto modo podemos evitar compartir, aunque en muchas otras ocasiones es casi obligatorio, por ejemplo, a la hora de registrarnos en algunas plataformas, aunque hay que intentar siempre dar la menor cantidad de información posible.

Para terminar, también merece la pena saber que a través de nuestras cuentas de redes sociales, muchos portales ya «conocen» quienes son nuestros amigos y familiares o, por medio de las cookies, conocer nuestros gustos y preferencias, o aquello que tenemos la intención de comprar en breve.

 

Fuente: adslzone