Generalizar en este tipo de temas tiene poco sentido, puesto que el nivel de experiencia y conocimientos de cada usuario es el que determina la utilidad real, e incluso la necesidad, de un software para ordenador. En este caso nos centramos en los antivirus y, antes de ahondar en el tema, sí que en cualquier caso se puede asegurar que “no es necesario tener un antivirus en el ordenador”. ¿Es conveniente? Sí, probablemente, aunque a continuación puntualizaremos en qué casos sí y en cuales no, y es que a algunos usuarios, incluso, se les debe advertir de que sería más conveniente para ellos no hacer uso de un antivirus.

Como adelantábamos, antes de ahondar en el tema es necesario recordar que no, no todos los usuarios tenemos el mismo nivel de conocimientos y, por lo tanto, cada cual sabrá cuáles son sus posibilidades frente al ordenador, por lo que la responsabilidad de los posibles problemas derivados de un mal uso del ordenador son, única y exclusivamente, del propio usuario.

Los antivirus consumen recursos, reducen el rendimiento

Los componentes de hardware de nuestro ordenador, las piezas internas que hacen posible su funcionamiento, tienen unos límites. El hardware está preparado, en función de sus características técnicas, para hacer funcionar de forma simultánea una cantidad limitada de software y, ¡sorpresa! aunque hay quien no lo sabe, un antivirus no deja de ser un programa, es decir, software. Por lo tanto, aunque depende de cada producto de software de tipo antivirus el que sea mayor o menor el consumo de recursos, en todos los casos nos encontramos con una pérdida de rendimiento como consecuencia de la utilización de un antivirus. Y sí, el antivirus consume recursos incluso cuando no se está “utilizando”, puesto que se ejecutan en segundo plano, puesto que sino poco sentido tendrían.

Sin conexión a Internet, ¿para qué quiero un antivirus?

Un ordenador dedicado a ofimática (documentos de texto, hojas de cálculo y similares) que no están siquiera conectados a Internet. ¿Para qué queremos entonces tener un antivirus instalado? Teniendo en cuenta lo explicado justo en el punto anterior, el consumo de recursos derivado de la utilización de un antivirus es un aspecto -negativo, obviamente- que debemos tener en cuenta en la “balanza” que nos lleve a decidirnos entre usar un antivirus o no hacerlo. ¿De dónde llegan los virus? Generalmente, de Internet. Luego, si no estamos conectados a Internet, ¿para qué queremos estar consumiendo recursos de nuestro ordenador y perdiendo rendimiento por culpa del antivirus? Aunque, cuidado, porque un dispositivo de almacenamiento externo como un disco duro, una tarjeta de memoria o un “pen drive” puede tener un virus, aunque no es lo más común.

Sólo navegamos por sitios web de confianza

Aquí es donde entran los “conocimientos”. Una gran cantidad de usuarios acostumbra a utilizar el ordenador, en cuanto a la navegación por Internet, para visitar siempre los mismos sitios web, y todos ellos “de confianza”. Además, apenas descarga archivos y, cuando lo hace, provienen todos ellos también de sitios web de confianza. Si hacemos este tipo de uso con nuestro ordenador, ¿para qué vamos a utilizar un antivirus, si las páginas web que visitamos ya se encargan de mantener con un alto nivel de protección los archivos que intercambian con nosotros?

No es mejor prevenir que curar, no siempre

Por último tenemos el caso de los que utilizan el ordenador “sin límites” navegando por todo tipo de páginas web y con un riesgo de “infección” medio. Es decir, el caso de la mayor parte de los usuarios de ordenador conectado a Internet. En este caso, y probablemente sólo en este, tiene sentido tener un antivirus instalado en nuestro ordenador. Ahora bien, instalar un antivirus es seguir la filosofía del “mejor prevenir que curar”, cuando no siempre es la mejor idea.

Como decíamos anteriormente, utilizar un antivirus significa estar consumiendo recursos de forma constante y reduciendo la potencia máxima que podemos aprovechar del ordenador. Ahora bien, lo más probable es que sólo en una mínima parte de las veces que utilicemos el ordenador nos estemos exponiendo realmente a la posibilidad de ser infectados por un virus. En este caso, probablemente, e insisto que probablemente, nos interese más preocuparnos por la “solución” de un virus que por la prevención contra los mismos.

Porque, sí, un virus se puede eliminar fácilmente cuando ya está “alojado” en nuestro ordenador.

 

Fuente: adslzone