Cuando hablamos de una caída repentina de batería no nos referimos a un gasto excesivo de la misma por parte del terminal que ocasiona que la autonomía no alcance para llegar a las horas previstas, sino que nos referimos a caídas súbitas, cambios bruscos que prácticamente sin previo aviso afectan sin que el usuario esté necesariamente haciendo nada diferente de lo que hace habitualmente, dejando la batería bajo mínimos, con los problemas asociados que podemos imaginar.

Este comportamiento como decíamos no es demasiado frecuente y suele afectar a terminales y versiones del sistema operativo muy específicos, por lo que la cifra de casos registrados no suele ser alta y por lo tanto, no suele tener la repercusión suficiente para que Google o el fabricante del smartphone atiendan a las peticiones de sus consumidores. Así, por ejemplo, puede que antes de que te des cuenta, tu batería caiga en picado hasta agotarse mientras que tu amigo al lado tuyo, no tienen ningún problema.

¿Cuál es el motivo?

playservicesAunque parezca sorprendente, esta situación es causada la mayoría de las veces por Google y su aplicación Servicios de Google Play. Como bien sabréis, esta aplicación se encarga de sincronizar las cuentas de la compañía, (Gmail, Youtube, Chrome) así como de mantener actualizadas estas aplicaciones y garantizar su correcto funcionamiento. Es caso es que en ocasiones se queda “atascada” provocando este alto gasto energético.

No hay nada que se pueda hacer para prevenir esto ni evitar que seamos nosotros uno de los afectados, aunque sí podemos si detectamos esta anomalía a tiempo, evitar que nuestro teléfono móvil queda inhabilitado para el resto del día. Lo único que debemos hacer es reiniciar el terminal, puede parecer una tontería, pero esta acción suele “desatascar” la aplicación de los servicios de Google Play, recuperando el funcionamiento normal del dispositivo.

Existe un segundo motivo, un segundo origen de problemas de este tipo que acaban rápidamente con la batería, las aplicaciones de terceros. Es decir, algunas aplicaciones también pueden “atascarse”, en cuyo caso, la solución es la misma o simplemente hacen un uso (normalmente en segundo plano) de los recursos del terminal excesivo e innecesario. Podemos y debemos controlar el gasto de la batería, y si el principal causante es una aplicación sin aparentes motivos, desinstalarla.

Si después de llevar a cabo estas acciones seguimos sufriendo de problemas, es posible que restaurando el terminal de fábrica desaparezcan. Existen casos en los que ni siquiera esto acaba con el elevado gasto de batería. En caso de que persistan, toca en ese caso mandar el smartphone al servicio técnico porque la fuente del problema podría ser a nivel de hardware.

 

Fuente: ZDNet | adslzone