Los datos provienen de un estudio realizado por The Washington Post. En él se han puesto a prueba 13 modelos lanzados este año y el anterior en navegación web con el mismo flujo de trabajo y con el mismo brillo; y en las pruebas se puede apreciar que los modelos nuevos no son capaces de ofrecer tanta autonomía como los anteriores. El iPhone XS, por ejemplo, se apagó 21 minutos antes que el iPhone X de promedio; el Google Pixel 3, en torno a una y hora menos de autonomía que el anterior Google Pixel 2. El iPhone XR, sin embargo, marcó la excepción llegando a superar con creces al iPhone XS Max.
¿Por qué los móviles ofrecen cada vez menos autonomía? Estas son las claves del problema de las baterías
Desde Qnovo dicen que las baterías están mejorando en torno a un 5% cada año; sin embargo, el consumo energético está creciendo a un ritmo algo superior. En este aspecto, parece que la resolución de las pantallas es un gran problema para la autonomía, pero también lo es la conectividad móvil. Ya sabemos que, mientras estamos conectados a una red WiFi, el consumo energético es notablemente inferior que cuando conectamos a redes 3G o 4G, y más cuando la conexión móvil es inestable y se producen cambios constantes entre tecnologías. Ahora bien, hay algunos aspectos muy concretos en los que los móviles sí que han mejorado.
En pruebas de flujo de apertura de aplicaciones, el iPhone XS consigue mejores resultados que el iPhone X. ¿Por qué? Porque en estas tareas es la CPU la que más trabajo lleva a cabo, y el cambio en la densidad de transistores de su chip es lo que hace que sea más eficiente.
