Si tienes un iPhone 8, procura cuidar la carcasa trasera de cristal porque, en contra de toda lógica, hay que desmontar absolutamente todo en el dispositivo para reparar esta pieza de su diseño exterior. Algo parecido pasa con el chip de carga inalámbrica, que va ubicado debajo de todos los demás componentes de hardware. Sin embargo, si se tiene que reparar la pantalla es realmente fácil sustituir el componente y aplicar el sellado de resistencia al agua y el polvo. Y en definitiva, la mayoría del resto de componentes –los que con mayor frecuencia se estropean- es fácil repararlos.

Algunos secretos del iPhone 8, gracias a haber visto el terminal pieza a pieza

Más allá de esta puntuación 6 de 10 en el ‘grado’ de dificultad para reparar el dispositivo, en este ‘teardown’ se han encontrado cosas interesantes. Por ejemplo, que Apple ha reutilizado el conjunto de lentes del iPhone 7, pero que el sensor de cámara es completamente nuevo en el iPhone 8, a pesar de que se mantiene en los 12 megapíxeles. Por eso, entre otras cosas, el dispositivo puede ahora grabar en resolución 4K a 60 fotogramas por segundo.

Se han comprobado otros detalles interesantes, como que cuenta con 2 GB LPDDR4 de RAM, o que el módulo de conectividad LTE que le permite alcanzar 1 Gbps como velocidad máxima es el X16 de Qualcomm. Pero a todo esto, que está instalado en la placa base del dispositivo, no es demasiado fácil llegar. La clave entre todo lo visto en el ‘desmontaje’ del iPhone 8 está en que la mayoría de los componentes que más averías suelen presentar están fácilmente accesibles. Y que lo único difícil de reparar es la carcasa trasera de cristal, por la sencilla razón de que hay que desmontar absolutamente todo para sustituir esta pieza de su diseño.

 

Fuente: iFixit | adslzone