Como es evidente, de la batería de tu teléfono inteligente -o la tableta-, hay varios componentes de hardware que se alimentan de forma constante. El consumo es variable por parte de la pantalla –uno de los que más consume-, el procesador, y así con el resto de piezas que hay en el interior. Pero ojo, porque hay uno de esos consumos variables que se incrementa de forma notable en vacaciones, y que a menudo no se tiene en cuenta, aunque tiene un porqué muy sencillo.

La saturación de redes es el problema de tu smartphone en destinos vacacionales

Hablábamos anteriormente de ciudades y grandes núcleos de población por una sencilla razón, y no es sino el despliegue de infraestructura de redes de telefonía móvil. Allí es mayor, con más torres o puntos de acceso y preparadas para un mayor intercambio de tráfico y cantidad de clientes conectados de forma simultánea. Es decir, hablando en palabras más llanas, la cobertura es mejor.

El problema está en que en los destinos de vacaciones, y tanto más en los que más turistas reciben, se produce lo que se conoce como saturación de redes. No es sino un fenómeno en que las redes de telefonía móvil están ofreciendo servicio para una cifra de clientes superior a la que está planteada por la población regular del lugar en cuestión.

Las zonas de turismo están mejor preparadas

En el despliegue del 4G de 800 MHz, las zonas de costa –la costa mediterránea- fueron unas de las primeras en recibir los nuevos nodos. No son los puntos de mayor población, pero sí los que mayor cantidad de turistas reciben durante las épocas estivales, luego las que más afectadas se ven por el impacto de este efecto. Es decir, la infraestructurá se desarrolló teniendo en cuenta este fenómeno, y con la intención de evitarlo.

Pero, ¿por qué el teléfono consume más batería?

Los smartphone, y los teléfonos móviles anteriores también, están preparados para la búsqueda automática de redes. Y también para la conexión automática. Es una forma de optimización de la conexión, que aprovecha el rastreo de redes para evitar las conexiones más inestables –y lentas- y conectar, siempre que es posible, en las bandas que mejor experiencia van a dar al usuario. Este rastreo automático es el que más consumo de batería genera, por encima del propio intercambio de paquetes de voz y datos.

Cuando se produce saturación de redes, el fenómeno del que hablábamos anteriormente, el smartphone tiene una mayor carga de trabajo en la tarea de búsqueda de redes y, por tanto, se produce un impacto notablemente negativo sobre la batería del dispositivo. No sólo se trata de dificultad para conectar con las redes por una mala cobertura, sino también de un cambio constante entre redes 2G, 3G y 4G con la intención de evitar ralentizaciones.

Por lo tanto, cuando la cobertura no es buena sobre una banda, se exploran el resto de las disponibles para el mismo operador, y según la configuración estándar del smartphone, si se utiliza una conexión 2G se van a seguir buscando redes 3G. Y si el terminal es compatible con redes 4G, se van a seguir buscando redes 4G para una mejor experiencia, velocidad y estabilidad. No obstante, se puede configurar el smartphone para que se limite a las conexiones 2G ó 3G, ó sobre redes 4G. Si la cobertura es estable en redes 3G, por ejemplo, y seleccionamos sólo estas como posibles para conectar, entonces reduciremos el consumo de batería de forma considerable. Ahora bien, si no hay redes 3G disponibles, y sí 2G ó 4G, en este caso nos quedaríamos sin cobertura y conexión de datos móviles.

 

Fuente: adslzone