La firma americana tiene un historial limpio, mucho más que sus competidores como Microsoft (Windows) o Google (Android), aunque también tienen una cuota de mercado inferior, la cual les sitúa como un blanco menos atractivo para los desarrolladores de malware. En cualquier caso, también son un blanco para los mismos, y así ha quedado demostrado con los problemas de seguridad que han afectado a Apple en el plazo más reciente. Hablamos de una vulnerabilidad en la EFI que afectó a los ordenadores portátiles MacBook de mediados de 2014 que impedía el bloqueo y permitía la escritura sobre la EFI, lo que se traduce en el control sobre un ordenador a través de un rootkit.

Pero también hablamos de “un conjunto de vulnerabilidades en los sistemas iOS y Mac OS”, los cuales han dado la posibilidad de publicar aplicaciones maliciosas en la App Store. Y en este sentido, aseguran desde ESET, “más del 88% de las aplicaciones estuvieron a un ataque” de acceso al monedero donde se almacenan las contraseñas críticas del usuario. Un problema no aislado para iOS, que en su versión 8.3 permitía la carga remota de HTML reemplazando textos originales en correos electrónicos para la inserción de falsas solicitudes de iCloud como sistema para el robo de credenciales. Ha habido más problemas, como la instalación de aplicaciones fraudulentas en sistemas iOS sin jailbreak dentro del mercado asiático.

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Fuente: adslzone