Líder en tecnología de consumo y una de las máximas referencias en la fabricación de pantallas. No sólo eso, sino que además Samsung destaca en la fabricación de componentes como procesadores, memorias RAM y algunos otros. Pues bien, lo que ocurre cuando juntamos todas estas piezas es que obtenemos un puzzle llamado Samsung Galaxy S6 Edge.

Desde ayer, que tuvo lugar su presentación oficial, hemos estado conociendo con más detalle cómo se comporta el hardware de este equipo, cómo son las curvas de su pantalla y cómo el vidrio ha mejorado notablemente la calidad de construcción del esperado del Mobile World Congress 2015. De acuerdo, pero no podíamos olvidarnos de prestar atención al software de Samsung, donde la compañía rompe con la “guerra de especificaciones técnicas”, en la cual no obstante ha ganado por goleada, y muestra la verdadera utilidad de toda esta potencia.

Una cámara que se pone en funcionamiento en menos de un segundo desde la pantalla de bloqueo, que es capaz de seguir objetos, personas y caras con su enfoque continuo, que nos ofrece un modo “Pro” para controles avanzados… Sí, pero todo esto está alimentado por un procesador de fabricación propia, sólo compartido con el Samsung Galaxy S6, que ofrece una combinación nunca antes vista en un teléfono inteligente: ocho núcleos, arquitectura de 64 bits y 14 nanómetros.

Diseño excepcional, lo mejor hasta la fecha

Ahondando con mayor detalle en la construcción del Samsung Galaxy S6 Edge tenemos que recordar que se ha dejado atrás, por completo, todo rastro de policarbonato. El material en el que Samsung ha apostado durante años ya no existe en su terminal, ni tomará presencia en el futuro. Este cambio tiene que ver, evidentemente, con las modificaciones sobre la directiva de Samsung en materia de diseño.

En lugar de plástico, por el cual se apostó por su resistencia, se ha introducido un chasis de aluminio con una elevada dureza que promete no desgastarse con el primer “picotazo”. Hablamos de una resistencia similar en la trasera del equipo y el frontal, donde contamos con una protección provista por Gorilla Glass 4, la última generación de láminas de Corning. A todo esto tenemos que sumarle los reducidos biseles que se vuelven casi inexistentes en los laterales, donde la curvatura de la pantalla hace del Samsung Galaxy S6 un móvil prácticamente sin bordes.

Un terminal de gama alta, con prestaciones punteras y la máxima innovación tecnológica. No podría llegar este sorprendente “pack” sino en unos colores que resalten todo el esmero que la surcoreana ha puesto en su diseño. Por ello, no podían faltar los clásicos colores blanco y negro, así como el tan de moda color dorado y un nuevo color exclusivo del modelo: verde. No, no hablamos de un verde “chillón”, sino de un verde oscuro que se presta, posiblemente, a ser el más elegante de toda la colección.

La cima de la telefonía móvil, por el momento

El Samsung Galaxy S6 Edge ha marcado máximos en los tres pilares fundamentales: diseño, software y hardware. Y además, como adelantábamos, ha supuesto para Samsung superar sus marcas anteriores y batir con creces las actuales de la competencia adelantándose en rendimiento, prestaciones y calidad de construcción. Como hemos visto en las pruebas de rendimiento, el Samsung Galaxy S6 Edge ha subido, y mucho, la que hasta ahora conocíamos como “la cima de la telefonía móvil”.

Incluso Sundar Pichai, vicepresidente de Google, ha comentado en el Mobile World Congress 2015 en Barcelona que el Samsung Galaxy S6 Edge representa la máxima del arte en la telefonía inteligente. Estas palabras, por otra parte, han venido precedidas de un recordatorio sobre cómo Apple se ha subido al carro de las pantallas grandes, un aspecto que fue estrenado por Samsung con el Note y ahora se plantea como un estándar.

 

Fuente: adslzone

 

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