Muchas veces nuestras publicaciones y comportamientos en las redes sociales son un arma de doble filo. Por un lado, permiten comunicarnos con nuestros amigos y familiares, pero por otro pueden ponernos en un compromiso.

Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha justificado como despido procedente el de una trabajadora que, en un periodo de baja médica, seguía trabajando en el diseño y creación de tocados en su página de Facebook. Similar es el caso del despido de un empleado que publicó fotografías de fiestas nocturnas mientras se encontraba de baja laboral.

Las redes sociales, cada vez más importantes a la hora de encontrar empleo

Además de estos posibles problemas, y como comentábamos antes, las empresas cada vez tienen más en cuenta nuestros perfiles en las redes sociales, sobre todo en los procesos de selección de puestos de trabajo. En Estados Unidos algunas empresas han llegado incluso al punto de solicitar las contraseñas de redes sociales como Facebook o LinkedIn a los candidatos para así acceder a los datos que comparten en ellas.

¿Es legal y/o ético pedir acceso a nuestros perfiles en redes sociales?

Según un empleado de recursos humanos de un importante despacho de abogados, este tipo de acciones sobrepasan los límites de la privacidad personal. “Se trata de una práctica agresiva que excede la esfera de la privacidad. Es una usurpación de la identidad en la que estos reclutadores se hacen pasar de alguna manera en la red por los potenciales empleados a los que pretenden contratar“, fueron sus palabras al respecto.

Para intentar atajar estas situaciones, los estados norteamericanos de California e Illinois han llegado a prohibir explícitamente este tipo de prácticas en el mes de enero de este mismo año.

¿En algún momento os ha solicitado alguna empresa acceder a vuestros perfiles en las redes sociales? ¿Proporcionaríais esta información para conseguir un puesto de trabajo? Esperamos vuestros comentarios y reflexiones.

 

Fuente: Expansión | softzone