Hablamos de DroidCleaner y Superclean, dos aplicaciones que supuestamente servían para lo mismo, mantenimiento del sistema, y que de hecho estaban bien valoradas por los usuarios que las habían descargado. Su verdadera finalidad era bien distinta:
- Envío oculto de mensajes SMS.
- Activación oculta del WiFi.
- Creación de perfiles en el teléfono.
- Abrir enlaces en el navegador web.
- Copiar los datos de la tarjeta de memoria a un servidor desconocido.
- Copiar archivos de datos personales a un servidor desconocido.
- Copiar los SMS guardados a un servidor desconocido, eliminándolos después.
- Copiar los contactos a un servidor desconocido.
- Copiar la galería de fotos completa a un servidor desconocido.
Hasta aquí es bastante espeluznante la cosa, pero hay más. Y es que una vez ejecutada cualquiera de la dos aplicaciones por primera vez, descargaban también unos archivos que, una vez conectado el terminal al ordenador, por ejemplo, para cargar la batería o pasar datos de la SD al PC (PC con Windows, ojo), entonces un troyano se ponía en acción.
Fuente: muyseguridad