El reciente anuncio por parte de Youzee del despido del 80% de su plantilla y el fin de su modalidad de tarifa plana fue recibido como un jarro de agua fría para todo aquel que cree que este modelo puede triunfar en nuestro país. La plataforma llegó a la Red hace menos de un año y su ambicioso objetivo pasaba por convertirse en el Netflix español. El servicio de streaming norteamericano ha sido todo un éxito en EEUU, donde cuenta con millones de usuarios que pagan su tarifa plana religiosamente convirtiéndolo en una plataforma de referencia en Internet.

Sin embargo, la propia Netflix ya señaló cuáles serían los principales problemas para que un servicio así lograse el éxito en España. Los gestores de derechos de autor como la SGAE así como las distribuidoras son los considerados peores enemigos de estas plataformas. Por un lado, las exigencias de las gestoras de derechos de autor exigen cantidades muy elevadas por prestar estos servicios, algo que hace que sea poco rentable invertir en este mercado. Según se rumoreó el año pasado, las entidades solicitarían el doble o incluso el triple en este concepto de lo que se cobra en otros países como Francia.

Por otro lado tenemos a las distribuidoras. Como ya denunció hace unos meses otro servicio similar como es Wuaki, estas compañías ponen palos en las ruedas de su modelo de negocio al obligar a las plataformas a seguir las llamadas "ventanas de distribución" impuestas desde Hollywood. Éstas obligan a ofrecer títulos obsoletos y poco atractivos en los catálogos de los videoclubs online si entran en la modalidad de tarifa plana o estrenos a un precio lejos de lo que el consumidor está dispuesto a pagar.

Bien es cierto que parte del fiasco de Youzee está en parte en su falta de planificación. Sin embargo, el hecho de verse obligada a ofrecer un catálogo poco atractivo para el usuario ha propiciado que éstos no apuesten por el servicio. Aunque los consumidores estén dispuestos a pagar, algo que se ha demostrado en algunos casos, la falta de oferta hace que cualquier precio resulte excesivo.

Por tanto, parece que estamos ante un negocio cuyo futuro en España sigue en el aire hasta que los gestores de derechos de autor y la propia industria del cine dé su brazo a torcer y acceda a rebajar sus pretensiones. Si no lo hacen, los usuarios seguirán recurriendo a métodos alternativos como las descargas en redes P2P sin que ello les genere un euro de beneficio.

 

Fuente: adslzone