Aunque el informe muestra una tendencia clara a cierta mejora en el uso de cifrados más robustos que el totalmente inseguro WEP, los datos muestran que hay un buen número de redes que o bien están abiertas o que no están suficientemente protegidas.

En concreto, un 30,4 por ciento de redes están protegidas por cifrado WPA/WPA2 mientras que un 20,2 por ciento de ellas todavía usan el obsoleto WEP, un sistema de cifrado fácilmente violable con software de uso público en pocos minutos.

Recordemos que WPA TKIP también es vulnerable a ataques de recuperación de keystream reinyectando tráfico, por lo que el uso de WPA2 se hace imprescindible si queremos aumentar la seguridad de nuestra red Wi-Fi, además de cambiar u ocultar su nombre (SSID), desactivar el DHCP o filtrar las direcciones MAC de los equipos con permiso a ella.

Otro de los datos mostrados por este interesante estudio del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, descargable en formato .pdf, muestra que el acceso a la Red a través de redes inalámbricas Wi-Fi es una práctica generalizada por casi el 80 por ciento de los usuarios españoles. La mayoría de ellos conectados a su propias redes privadas, aunque un 25 por ciento lo hace a redes públicas.

El informe no indica si esas redes públicas son abiertas o no, aunque mucho nos tememos que no será así ya que la seguridad en corporaciones (principalmente administraciones o sitios públicos) no suele superar a la establecida en el sector de consumo.

 

Fuente: muyseguridad