El elevado precio de las llamadas en otros países de la Unión Europea vuelve a la agenda de los líderes comunitarios. La rebaja de estas tasas sigue siendo una de las prioridades en lo que a telecomunicaciones se refiere, puesto que su objetivo es potenciar la creación de un mercado único en el que estas diferencias de precios si el usuario llama lejos de su país (pero dentro de la UE) no tienen cabida.

La actual legislación que regula este aspecto caduca en apenas unos meses, concretamente el 30 de junio de 2012. Desde Bruselas se pretende crear un nuevo marco en el que se favorezca la competencia entre compañías, dando paso en el mercado de las llamadas en itinerancia a proveedores alternativos como los Operadores Móviles Virtuales (OMV). Los operadores de otros países estarían obligados a permitir el acceso a sus redes a precios mayoristas regulados desde la UE. El resultado, en la teoría, sería una importante bajada en los precios en las llamadas en el extranjero y el acceso a servicios más atractivos.

El plan de Bruselas viene de meses atrás. El pasado mes de julio de 2011, la comisaria europea para las telecomunicaciones, Neelie Kroes, arremetió con dureza contra los elevados precios en itinerancia. "Estamos dispuestos a adoptar cambios fundamentales para acabar con el timo del roaming", sentenció. Harta de ver que no existe competencia en este sector, la Comisión Europea propuso que los usuarios de teléfonos móviles puedan firmar un contrato con otro operador distinto al que les provee sus servicios en su país sin que para ello tenga que cambiar de número o de tarjeta SIM.

Esta nueva normativa, que entraría en vigor a partir de 2014, impondría precios máximos para realizar y recibir llamadas, envío de SMS y navegación por Internet desde otros países de la UE. El objetivo pasa por seguir aplicando una rebaja gradual de los precios máximos minoristas hasta mediados de 2016, como sucede hasta ahora. De este modo, el precio por minuto en las llamadas realizadas desde otro país (europeo) serían como máximo de 24 céntimos de euro, las recibidas de 10 céntimos, los SMS costarían 10 céntimos y caba MB descargado costaría 50 céntimos.

A nivel mayorista, Bruselas establecería un tope en los precios del roaming hasta 2022, momento en el que los topes de precios que se cobran unos operadores a otros por usar sus redes podrían eliminarse siempre y cuando la competencia en este sector se desarrolle lo suficiente para la UE. ¿Acabarán el "timo" de los precios en itinerancia a medio plazo en Europa?

 

Fuente: adslzone