No pasa día sin que desde el poderoso sector de la industria cultural se oigan quejas sobre las supuestas pérdidas económicas que sufren gracias al desarrollo de Internet y las nuevas formas de compartir contenidos. En teoría, millones de euros desaparecen de sus arcas y otros tantos puestos de trabajo del sector se esfuman por arte de magia gracias a las descargas en Internet. Con estos datos como excusa mas sin demostrarlos fehacientemente, las compañías más poderosas de este gremio no dudan en presionar a Gobiernos para que tomen cartas en el asunto e intenten perseguir a los "piratas" a base de estrictas leyes.

Sin embargo, la realidad choca con este discurso que se convierte en dogma infundado a tenor de unas cifras que confirman que esta industria se encuentra en pleno apogeo. El portal TorrentFreak.com saca a colación una serie de cifras que demuestran que este sector se halla en un momento de esplendor tal que debería ser suficiente para reconsiderar su imagen de "víctima de la piratería". Las cifras de ingresos son más elevadas que nunca pero parece que eso no contenta a los grandes magnates de esta industria.

Son varios los ejemplos evidentes, admitidos incluso por las asociaciones más críticas con las descargas. Por ejemplo, la MPAA (asociación que agrupa a las grandes compañías de Hollywood) reconoce que los ingresos en taquilla en la segunda mitad de la última década han crecido un 25%. Esto supone unas cifras de recaudación que han pasado desde los 25.500 millones de dólares a 31.800 millones. Paralelamente, el P2P y la expansión de servicios como Megaupload y Megavideo eran una realidad.

Otro dato relacionado con la industria del cine es el referido al número de producciones en el sector. Entre 2005 y 2009 el número de películas que se produjeron en Estados Unidos pasó de 5.635 a 7.193. De este crecimiento podemos deducir que con toda probabilidad se crearon más puestos de trabajo para desarrollar nuevas películas, lejos de los supuestos miles de empleos destruidos por la piratería.

La industria discográfica, que tanto se ha tirado de los pelos por el daño causado por el intercambio de archivos, ha visto cómo las ventas por conciertos musicales sólo en Estados Unidos se ha multiplicado en 10 años. Si en 1999 recaudaba alrededor de 1.500 millones de dólares, una década después esta cifra alcanzaba los 4.600 millones de dólares.

A nivel global los datos hablan por sí mismos. Según los informes de PricewaterhouseCoopers y de iDATE, desde 1998 a 2010, el valor total de la industria del entretenimiento pasó de 449.000 millones de dólares hasta 745.000 millones de dólares. Datos de BLS aseguran que en la última década el empleo creció en este segmento un 20% y, además, un 43% para el segmento de artistas independientes. En definitiva, unas cifras demasiado contundentes para seguir mostrando una imagen victimista, pero a buen seguro no varía demasiado su discurso.

 

Fuente: adslzone