Al menos hasta el próximo lunes, los cuatro directivos de Megaupload permanecerán en prisión bajo la acusación de formar parte de una "red de piratería informática mundial controlada por una organización criminal". Ésta es una de las acusaciones con las que se señala a Schmitz y otros directivos. La Fiscalía de Estados Unidos considera que el servicio web "ha causado daños a los derechos de autor por valor de al menos 500 millones de dólares" (387 millones de euros).

De este modo, siguiendo las directrices marcadas desde el país norteamericano, los acusados permanecerán bajo custodia policial durante los próximos días a la espera de una nueva vista judicial que decida la petición de libertad bajo fianza. Aunque las autoridades del país oceánico no tienen intención de presentar cargos contra Schmitz, también conocido como Kim Dotcom, la policía ha incautado además 6 millones de euros de diversas cuentas bancarias y bienes por valor de 3,7 millones de euros, entre ellos 18 coches de lujo que analizaremos en el próximo artículo.

No en vano, Kim Dotcom nunca escondió poseer una riqueza descomunal gracias al exitoso negocio que le había proporcionado Megaupload. Bajo el argumento "no tenemos nada que esconder", este alemán con permiso de residencia en Nueva Zelanda alardeó en varias ocasiones de vivir rodeado de lujo. Su carrera como emprendedor comenzó a mediados de los 90 hasta conseguir dar el "pelotazo" con el lanzamiento de Megaupload. En el momento de su detención, según ha publicado la agencia France Press, Schmitz se encontraba recluido en una cámara fuerte presuntamente armado.

Junto a Schmitz también ha sido detenido Mathias Ortman, al que se le considera cofundador de Megaupload y que ocupaba el cargo de director. Finn Batato, que dirigía la unidad de merchandising del portal, y el holandés Bram van der Kolk, supervisor de programación, también han sido puestos en prisión de forma provisional. Por otro lado, el alemán Sven Echternach, de 39 años, jefe de desarrollo de negocios; el eslovaco Julius Bencko, de 35, diseñador; y el estonio Andrus Nomm, de 32, responsable de la división de software, se encuentran en paradero desconocido y son buscados por el FBI.

Por el momento, los fundadores de Megaupload podrían enfrentarse a 50 años de prisión bajo la acusación de pertenecer a dicha organización criminal. ¿Iniciará finalmente Nueva Zelanda un proceso judicial o serán extraditados a Estados Unidos para ser juzgados?

 

Fuente: adslzone