La equivocación fue en un primer momento atribuida a Epsilon, empresa especializada en marketing encargada del envío de correos publicitarios de muchas grandes empresas, que a su vez había sido víctima de ataques informáticos anteriormente.

Pero, según señaló una periodista de The New York Times, los correos fueron enviados por un empleado de la publicación, no por Epsilon, por lo que un simple error se convierte en algo más, porque ya no hablamos de una empresa de publicidad, sino de un periódico.

La cuestión es que de 300 personas la publicidad le llegó a 8 millones, muchos de los cuales ni son ni han sido clientes de The New York Times. Así pues, ¿de dónde han obtenido esas direcciones?

 

Fuente: muyseguridad