En los últimos meses, de lo que más se habla en torno a la nueva consola de Nintendo, Wii U es de su precio. Una vez que se mostró las particularidades de su mando y todo el revuelo que a ello siguió; y una vez confirmadas gran parte de las prestaciones de su hardware, el silencio que ha ido manteniendo Nintendo desde entonces en torno a su futura plataforma, ha motivado una creciente especulación con respecto a su precio; aspecto fundamental para poder prever el mayor o menor éxito de la misma.

Porque el precio, en estos tiempos que corren, se antoja imprescindible para el grado de recepción por parte del público. Y la propia Nintendo tiene una reciente experiencia de ello: su portátil 3DS vivió un cierto estancamiento durante meses dado su alto coste en comparación al catálogo de juegos que entonces ofrecía, lo que llevó a la compañía a rebajar drásticamente su precio, a partir del cual la portátil comenzó a registrar grandes registros de ventas.

También Sony se vio en la necesidad de recular con el precio de su PlayStation 3, que llegó a salir al mercado por 499 euros; algo que le supuso un lento crecimiento en ventas. ¿Ocurrirá lo mismo con PS Vita? Estos problemas iniciales no los vivió Xbox 360, que con su precio inicial de 299 euros, fue capaz de captar la atención de muchos usuarios, y funcionar en ventas desde prácticamente su primer día en el mercado.

¿Qué pasará ahora con Wii U? Pues bien, las últimas informaciones ya conocidas apuntan a que su precio final rondará los 450 euros, o lo que es lo mismo 200 euros más que Wii el día de su lanzamiento. Una gran diferencia que el presidente de Nintendo America, Reggie Fils-Aime, ha justificado (aunque no ha confirmado el mentado precio) aludiendo al comportamiento del público al que va dirigida la nueva consola: un público tradicional a quien, por encima del coste, le interesan las prestaciones de la propia consola, mientras que la veterana Wii, cuya vida parece que se alargará, seguirá siendo la principal opción para el entretenimiento en familia.

El precio, a simple vista, puede considerarse alto. No obstante, si echamos de nuevo un vistazo a los  precios con que Microsoft y Sony pusieron a la venta sus últimas consolas, esos 450 euros representan un poco más que la media entre ambas: considerablemente más cara que Xbox 360 pero más barata que PlayStation 3.

Sin embargo, parece que Wii U, en realidad, está destinada a competir con las plataformas de nueva generación y no con las ya existentes (a las que, en principio, sobrepasa con soltura). Pero en torno a éstas, apenas hay datos con los que poder hacernos una idea de cuánto costarán, aunque en esta ocasión la tradición puede ser una buena aliada. En el caso de la presumiblemente llamada Xbox 720, Microsoft parece dispuesta a lanzar dos modelos diferentes: uno más limitado y económico y otro más potente para el público más hardcore (o lo que es lo mismo, cubrir los dos grandes públicos del sector), lo que quizá vuelva a reportarle grandes resultados desde el principio. Por su parte, Sony no parece dispuesta últimamente a llevar a cabo una agresiva política de precios con sus nuevos productos, por lo que presumiblemente, PlayStation 4 se convierta en la opción más cara, aunque, por otro lado, la más potente de todas.

 

Fuente: adslzone