Los internautas de cualquier rincón del mundo se han acostumbrado a conseguir con facilidad todo el material que buscan, como música o vídeos, a través de las redes de P2P. Esta costumbre ya se ha establecido entre las generaciones más jóvenes y va a ser muy difícil cambiarla. La DCIA, asociación que agrupa a creadores de clientes P2P y proveedores de Internet, cree que el paso inevitable es asumir el P2P como medio de distribución y establecer modelos de negocio similares al adoptado por la Isla de Man.

El gobierno autónomo de esta isla situada al norte de Inglaterra, decidió que ya que no podían luchar contra el intercambio de archivos, se establecería un impuesto sobre las conexiones de banda ancha para para remunerar a los autores. El pago de este impuesto legaliza la descarga de archivos en el país. A la BPI -la SGAE bitánica- le pareció una buena idea.

Ahora, la DCIA crea el P3PWG, cuyo principal responsable será el gobierno de la isla de Man. Su función será "determinar las mejores prácticas voluntarias para monetizar la distribución online de música". El P3P por tanto no es un nuevo protocolo de intercambio de ficheros -como sí lo es el P4P- sino un conjunto de procedimientos para rentabilizar el intercambio de archivos.

Algunas de sus funciones:

  • Proveer a los ISP la facultad de autorizar a sus abonados a descargar y compartir música en Internet usando cualquier medio de distribución online, incluyendo P2P o descargas directas.
  • Proveer a los propietarios de los derechos la facultad de monetizar cada consumo de sus contenidos.
Fuente desde: bandaancha