Hace apenas unos días conocíamos la postura de uno de los nuevos candidatos a la presidencia de la SGAE, entidad salpicada por el escándalo de corrupción y que en los últimos años ha burlado la presunción de inocencia de los ciudadanos cobrando el generoso canon digital. Reixa mostró un discurso renovador en algunos planos pero igual de crítico con la llamada "piratería" en Internet que la postura que siempre se ha mantenido desde la entidad.

Su posición al respecto ha decepcionado a varios socios de la entidad, como recoge Público. El cantante Nacho Vegas afirmó que "la SGAE no tendría que meterse en el tema de la ley Sinde, porque en cierto modo las descargas benefician a los músicos". "Hay que tener amplitud de miras. Se está intentando ser muy reaccionario y conservar un modelo de negocio caduco. Hay que tener en cuenta lo que Internet nos ha dado a los músicos: mucha proyección, conciertos en el extranjero y que la gente tenga acceso a tu música sin mediar una distribuidora y una casa de discos", manifestó el artista.

Shohai, miembro del grupo de rap Violadores del Verso, se muestra en la misma línea. "Estuvimos en Latinoamérica hace unas semanas y dimos conciertos de 1.000 personas. Sin Internet no hubiera sido posible", reconoce. "Nosotros jamás hemos sonado en radios comerciales y ha sido gracias a YouTube, Spotify, Myspace o Facebook como la gente ha empezado a escucharnos", explica Santi Balmes, cantante del grupo Love of Lesbian.

Otro artista como el rapero Tote King ejemplifica cómo lo que sucede es "imparable" a la par que critica la desacertada comparación de Javier Bardem en la que igualaba obras con tomates. "Si se pueden copiar tomates, hay que aplaudir ese invento. No me importa que el que los siembra se quede sin trabajo, sino que todos tengamos tomates. Se acabaría con el hambre en el mundo. ¿Te vas a quejar?", subraya.

Lo cierto es que la propia SGAE puede dar buena fe del aumento en los ingresos gracias a la difusión de las obras de los artistas. Desde 2002 el balance de ingresos ha ido aumentando de forma consecutiva, en gran parte porque han crecido de forma exponencial el número de conciertos en los últimos años, con los consecuentes beneficios a la hora de recaudar por parte de la entidad.

Mientras que la propia SGAE y la industria cultural y del entretenimiento han criminalizado tanto las descargas como a los usuarios, algunos artistas sitúan en el punto de mira otros enemigos. "Antes, los sellos enganchaban al artista y le daban muy poco margen. El 98% para intermediarios y el 2% para el artista. Los sellos se llevaban unos márgenes desmesurados y al artista le llegaba un goteo", señala el fundador de Ojos de Brujo. "Ahora cambia el panorama y hay una cultura a la contra que hace que el consumidor se rebele. Las discográficas exigen una solidaridad al consumidor que nunca se tuvo al revés", sentencia.

Otros autores como el citado Nacho Vegas señalan a los operadores de ADSL como beneficiarios económicos de las descargas sin permiso de los titulares del los derechos de autor. "Habrá que pedirle cuentas a las grandes teleoperadoras. De meterse en ese tema, que la SGAE se meta con las telecos. Yo creí que por ahí iba a ir Antón Reixa", critica.

 

Fuente: adslzone