Jueves, Octubre 05, 2023

Análisis de Microsoft Surface 3: un tablet con alma de portátil

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Hemos podido probar el tablet Surface 3, un modelo que en su interior lleva el alma de un portátil, por lo que se puede decir que es una fusión de ambos dispositivos. Lo cierto es que cumple en ambos casos, pero ciertamente mucho mejor como tablet, que en realidad es lo que la compañía de Redmond debía tener en mente al crear este producto.

El sistema operativo que se incluye en este Surface 3 es Windows 8.1, por lo que Microsoft se ha dejado de probaturas y ha decidido apostar por no ofrecer variantes que puedan marear tanto a usuarios como a desarrolladores (Surface RT es un claro ejemplo de lo que decimos). Esto, entre otras cosas tiene una gran virtud que a muchos convencerá: es posible utilizar el mismo software que en un ordenador de sobremesa (por ejemplo), lo que amplía sus opciones de uso de forma exponencial y la sitúan como una herramienta adecuada para utilizarla en entornos de trabajo. Eso sí, estos no deben necesitar de gran potencia, como explicaremos más adelante.

Diseño

Lo cierto es que se ha mejorado desde versiones anteriores de este tablet, incluido los modelos Pro, que son más grandes y pesados -y más potentes, todo hay que decirlo-. El caso es que la usabilidad es mayor y, por lo tanto, se puede decir que este Surface 3 es un mejor tablet en el apartado de la usabilidad. Eso sí, comparado con otros modelos del mercado como por ejemplo los de Apple o Samsung, sigue siendo pesado ya que alcanza los 622 gramos (pero, claro, es mucho más ligero que la inmensa mayoría de los portátiles).

La carcasa del Surface 3 es de magnesio, por lo que su aspecto es bastante imponente y atractivo. Además, el soporte que permite colocarlo en posición de atril está muy bien integrado en la estructura y ofrece una solidez destacable. Por cierto, en este tablet son tres los pasos disponibles, por lo que se ajusta bastante bien a casi todos los lugares.

Aparte, hay que decir que los bordes mantienen el bisel característico de toda la gama de producto e, incluso, el cargador está adaptado para que esto no sea un problema al conectarlo al puerto microUSB (sí, este es el que se utiliza). Aparte, se dispone de una conexión UBS 3.0 “normal, puerto Mini DisplayPort y, además, de una ranura para tarjetas microSD para aumentar los 64 GB de espacio de almacenamiento –hay modelos de hasta 128 “gigas”-.

En el frontal del tablet Surface 3 sólo hay un botón táctil, que incluye el logotipo de Windows y que, evidentemente, lleva a la pantalla principal del sistema operativo. Su funcionalidad es excelente y la respuesta también.  Los marcos aquí no son muy pequeños, pero no se abusa de ellos teniendo en cuenta el tipo de producto del que hablamos.

En la parte superior están los botones hardware (encendido y control de volumen) que ofrecen el mismo acabado que la carcasa y que sobresalen bastante, lo que permite localizarlos con comodidad. En la parte inferior están los conectores para uno de los accesorios indispensables para este Surface 3: la tapa que integra el teclado. Una vez que esta se utiliza, uno decide que excepto en momentos puntuales esta jamás se quitará ya que es la que le da un toque diferencial al dispositivo.

En cuanto al uso, hay que decir que este es correcto, la ergonomía está cuidada, aunque no es tan destacable como la que ofrecen los iPad de Apple, por poner un ejemplo. Pero, lo cierto, es que cumple con su cometido y el cansancio no aparece rápidamente al manejarlo de forma constante. Al menos en mi opinión, los biseles laterales se adaptan perfectamente a la mano, lo que sin duda se agradece.

Si hablamos de utilizarlo como portátil junto a la funda con teclado, hay que indicar que esta es un acompañante perfecto de Surface 3. Le da opciones avanzadas para introducir datos y, además, la colocación de las manos es muy buena. Sin duda, aquí sí que sorprende este modelo ya que incluso el accesorio integra touchpad (eso sí, algo pequeño como es normal y que vibra más de lo debido al manipularlo).

Rendimiento

En las pruebas a las que hemos sometido al Surface 3 hay que decir que los resultados son convincentes. Tanto es así que perfectamente puede sustituir a muchos ordenadores portátiles en el día a día para trabajar, aunque hay una clara distancia respecto a los modelos que  integran procesadores de la gama Intel Core.

El caso es que la experiencia de uso es buena, con una sensación de potencia notable en trabajos sencillos como, por ejemplo, al trabajar con procesadores de texto y utilizar un navegador como Chrome. Es cierto que en la gestión de archivos multimedia o de retoque de imagen se nota cierta falta de memoria RAM en el modelo de 2 GB -que es el que hemos probado- y, también, que el procesador Intel Atom X7-Z8700 (de cuatro núcleos a 1,6 GHz y tecnología de fabricación de 14 nanómetros) ofrece ciertas limitaciones. Pero, si no se es especialmente exigente hay que decir que Surface 3 es una solución solvente para entornos de alta movilidad.

Un detalle a comentar es que con los juegos no hay que esperar grandes alardes gráficos, pero no es el objetivo que tiene este dispositivo. La razón es que la tarjeta gráfica Intel HD no está especialmente dotada para el 3D, por lo que no compite con soluciones como las de Nvidia o AMD. Por lo tanto, este modelo está un escalón por detrás de muchos portátiles aquí pero, de nuevo, hay que indicar que el espectro que desea cubrir este tablet no engloba el de los amantes de los juegos.

Un ejemplo claro de lo que es capaz Surface 3 en el día es que, por ejemplo, la reproducción de vídeos a 1080p se realiza con gran soltura, pero si la resolución es mayor el equipo sufre. Además, con imágenes muy grandes al ejecutar Photoshop detectamos cierto “lag”, pero que no es determinante. Esto demuestra que el equipo ofrece un funcionamiento óptimo si la exigencia no es máxima, algo en lo que también influye la velocidad del disco duro SSD que integra, donde en la escritura sostenida apenas se sobrepasan los 30 MB/s, una marca que no es precisamente espectacular.

Un detalle que sí nos ha gustado mucho es que Surface 3, debido a que integra un procesador de la familia Cherry Trail no necesita de disipación activa y, por lo tanto, no integra ventilador para rebajar la temperatura. Se recurre por lo tanto a elementos pasivos para este trabajo que consiguen que el calor generado no sea alto y, al menos en nuestro caso, en contadas ocasiones detectamos la presencia de este en la carcasa. Además, esto evita que se produzca sonido alguno, lo que viene a mejorar lo que sucede con, por ejemplo, los modelos anteriores de esta gama de producto.

Por cierto, la medida para conocer el consumo de este tablet es de un SPD de 2 vatios, esta especificación no es habitual y se ha lanzado por parte de Intel para el segmento de los tablets, por lo que no es posible establecer una comparación valida con los portátiles.

Autonomía del tablet

En cuanto a la autonomía, lo primero a comentar es que Microsoft ha trabajado bien para optimizar Surface 3 en este apartado. Un ejemplo de lo que decimos es que el tablet entra en hibernación cuando pasa un tiempo determinado en el que no se utiliza, lo que ahorra batería (que es de 28 Whr). En cuanto a los resultados en experiencia de uso, tenemos que decir que conseguir algo más de siete horas y media navegando de forma continuada no es problema alguno -curiosamente reproduciendo vídeos con una calidad a 720p, el tiempo es similar, lo que es un punto a su favor-.

Un detalle a comentar es que el cargador, que utiliza el puerto microUSB ofrece una potencia de 13 W, que dispone de un diseño propietario para encajar de forma correcta con el diseño del lateral de Surface 3. El caso es que el tiempo de carga no es precisamente muy rápido, pero tampoco es precisamente un “desastre” comparado con otros equipos portátiles (eso sí, el modelo Pro es mucho más eficiente aquí).

El caso es que si se compara con otros tablets del mercado, como por ejemplo el Nexus 9 o algunos modelos de iPad de Apple, sale perdiendo el dispositivo de Microsoft, pero por el contrario si la referencia es un ordenador portátil (o la propia Surface 3 Pro), el modelo que hemos probado gana claramente.

Una cámara mejorada y pantalla de calidad

En la Surface 3 existen dos cámaras. La principal es la trasera que tiene un sensor de 8 megapíxeles que hace un trabajo sorprendentemente correcto, mejor que muchos de los tablets que existen en la actualidad. Es decir, que Microsoft aquí ha dado un paso importante. Evidentemente la ergonomía para hacer fotos no es la mejor, algo que se debe a su tamaño y que es un mal que existe en estos dispositivos. Pero no es menos cierto que de vez en cuando es posible tener que utilizar este componente.

El ruido es muy escaso y, si dejamos a un lado las condiciones de poca luz (donde sufre y es cierto que aparecen algunas incoherencias cromáticas), la verdad es que las imágenes resultantes ofrecen colores vivos y una definición destacable. Una prueba de lo que decimos son los ejemplos que dejamos a continuación:

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Automático Primer plano Doble luminosidad

 

Por cierto, también es posible grabar vídeos y estos no son malos, pero la verdad es que aquí parece un autoenfoque que no está optimizado y el cambio de plano es algo que hace sufrir al sensor.

En cuanto a la cámara delantera, de 3,5 Mpx, hay que decir que para realizar conferencias con calidad HD (720p) es más que suficiente, pero este elemento es de una calidad bastante menor que el principal, lo que tampoco es precisamente una novedad. En definitiva, que cumple sin más.

La pantalla que se incluye en el Surface 3 tiene un panel tipo ClearType de 10,8 pulgadas (fabricado por Panasonic). La resolución es de 1.920 x 1.280 (217 ppp), por lo que la definición en un principio no es precisamente un problema. Y, lo cierto, es que confirmamos que es así, ya que se ve perfectamente incluso en exteriores con un brillo a destacar y, también, unos ángulos de visión excelentes. Eso sí, hay un detalle que no nos convenció mucho: las huellas se marcan en exceso, por lo que la protección oleofóbica no es precisamente buena.

La relación de aspecto es de 3:2, dejando a un lado a 16:9, algo que cada vez está siendo más habitual en dispositivos móviles con pantalla de gran tamaño. Esto permite que los contenidos en vertical sean mucho mayores, lo que favorece a la interfaz de Windows 8.1, que se compone de cuadros (excepto si se utiliza como un escritorio normal, donde también hay beneficio, claro).

En decir, que en estos dos aparados todo lo que se puede decir de Surface 3 es bueno, ya que ofrece lo necesario para ser una muy buena solución como herramienta en condiciones de movilidad. Bien en la cámara, y excelente en la pantalla (aunque con algún lunar, como hemos comentado)

Unos accesorios indispensables

Por suerte hemos podido probar el tablet Surface 3 con los accesorios disponibles, y lo cierto es que una vez que los das uso, muchos de ellos se convierten en indispensables, como por ejemplo la tapa con teclado que ya hemos mencionado. Esta es la que permite convertir al tablet en un portátil en realidad y, lo cierto, es que es toda una sorpresa que no se incluya por defecto. Y, para conseguirla, hay que pagar nada menos que 150 euros.

Adicionalmente, se puede adquirir un stylus que para escribir a mano alzada es una buena solución y su respuesta es perfecta con aplicaciones como One Note. Además, ofrece usos especiales gracias a los botones que incluye, por lo que se le da un aire al S Pen de Samsung (o algunas soluciones de Wacom). El caso, es que si deseas hacerte con este, debes añadir 50 euros a la cuenta.

Finalmente, existe una base donde se coloca Surface 3 y es posible utilizarlo de forma fija. Aquí el tablet se recarga y añade puertos de conexión como por ejemplo más tipo USB y un útil RJ-45 para acceder a redes de una forma mucho más estable que mediante WiFi. Una posibilidad interesante que tiene un precio de 229 euros.

El caso es que si el tablet más económico cuesta 599 euros, la suma de todo supera los 1.000 euros, lo que es un coste muy elevado y que no compite con una buena cantidad de portátiles que hay en el mercado. Esto debe cambiarlo Microsoft, ya que el desembolso no será accesible para muchos que pueden decidirse por un ordenador que por un precio similar ofrece unas especificaciones mejores.

Por cierto, antes de finalizar no queremos dejar de indicar que el sonido que ofrece Surface 3 es bastante bueno, con una potencia que sorprende y que la conectividad inalámbrica que ofrece  es completa, donde la antena WiFi llega a lugares donde otras no lo consiguen, por lo que la potencia de la antena 802.11 ac es muy buena.

Conclusión

Lo cierto es que Surface 3 es un paso importante y bien pensado por parte de Microsoft para ofrecer un híbrido que sea una solución tanto como tablet como si se utiliza en sustitución de un ordenador portátil. Pero, lo cierto, es que en ambos casos hay detalles que le hacen perder frente a otros modelos, y lo cierto es que este dispositivo hace muchas cosas, pero en ninguna es el mejor (quizá en lo referente a versatilidad es donde se puede llevar la medalla de oro).

Cierto es que ofrece detalles de lo más llamativos, como su diseño que es espectacular y la combinación con la funda que integra teclado. Además, el sistema operativo es Windows 8.1 y Microsoft se ha dejado de probaturas, lo que es todo un acierto.  Pero, por el contrario, hay detalles donde se puede y debe avanzar, como el peso, la potencia del hardware y el coste de los accesorios.

Resumiendo, este es un híbrido que apunta alto y, en esta ocasión Microsoft ha dado con la “tecla” para tener una buena base desde la que evolucionar para conseguir tener un dispositivo que puede ser una referencia en los entornos de movilidad.  Tiene defectos, sí (como todos los productos del mercado), pero sus amplias posibilidades de uso y las que se pueden atisbar en el horizonte hacen que este Surface 3 sea un modelo a tener en cuenta y sin ser sobresaliente, es algo más que un acierto.

Lo mejor:

  • Excelente diseño
  • Pantalla de gran calidad
  • Es un dispositivo muy versátil por sus líneas y sistema operativo
  • No hace ruido al utilizar disipación pasiva

Lo peor:

  • Coste conjunto con los accesorios elevado
  • Rendimiento ajustado para lo que cuesta
  • Es pesado como tablet

 

Fuente: adslzone

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