La cadena de grandes almacenes acaba de anunciar a los sindicatos un plan de reestructuración de su plantilla que afectará a más de 600 personas y que está dirigido hacia los empleados de más de 59 años. Esta dura medida está relacionada con la caída de ventas desde la pandemia y con el cierre de centros comerciales y tiendas que son deficitarias.
La empresa dirigida por Marta Álvarez acometerá un plan de bajas incentivadas para adelgazar su plantilla cargándose a todos los empleados mayores de 59 años de su oficina central. Según ha comunicado la compañía, «el plan será voluntario y forma parte de un plan de reorganización interna.» La realidad y según apunta Hispanidad es que la compañía no es capaz de levantar sus ventas y en lugar de cerrar de forma forzosa centros que a día de hoy son deficitarios plantea un plan de adelgazamiento de la plantilla cargándose precisamente a los empleados con mayor experiencia. Años atrás y bajo la presidencia de Isidoro Álvarez, los empleados más antiguos eran precisamente los más valorados y los que más ventas generaban con una atención al cliente exquisita.
Tras la pandemia y la fortaleza de los gigantes online todo ha cambiado en El Corte Inglés. Muchas áreas de los centros comerciales están sin personal y son los propios compradores los que tienen que buscar un vendedor para que les atienda o incluso para que les cobre el producto. En el área online cada vez están más lejos de Amazon que a día de hoy sigue aumentando su cuota de mercado en España y es una quimera que la empresa española le pueda recortar distancia. Durante el Mobile World Congress de Barcelona muchos de los fabricantes de teléfonos móviles y ordenadores han reconocido a ADSLZone que la situación de la empresa dirigida por Marta Álvarez es muy precaria y no tiene visos de mejorar. De hecho, la mayor parte de las tecnológicas están reforzando sus tiendas online para reducir la dependencia del punto físico que a día de hoy en el ámbito de la tecnología lidera con claridad Mediamarkt.
Según un comunicado remitido esta mañana por el gigante del comercio español, «el plan de bajas incentivadas se adopta ante la modernización de procesos implementada por la compañía lo cual ha impulsado una optimización de la gestión». La realidad es que la empresa está adelgazando su plantilla a pasos agigantados. En 2021 despidió a más de 3000 personas en un Expediente de Regulación de Empleo que supuso un coste económico y social importante. En 2022 siguió adelgazando su equipo y bajaron cerca de un 2% los empleados frente al ejercicio anterior. En 2023 seguirá el plan de ajuste y de momento más de 600 personas tendrán que prejubilarse de forma voluntaria lo cual está generando atonía y desmotivación en los empleados que tienen más de 50 años.
Malas noticias para un gigante que ve poco a poco como sus rivales online acaparan mayor cuota de mercado y la situación económica se está llevando por delante todos los planes de crecimiento previstos. Afortunadamente El Corte Inglés siempre se podrá convertir en una gran inmobiliaria gracias a los activos que fue adquiriendo en sus mejores tiempos.
Fuente: adslzone
